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lunes, diciembre 24, 2012

Mensa , la asociación del 2%

Siempre me entusiasmo leer Selecciones del Readers Digest, me daba un sentido más amplio de la vida, me sentía un hombre mejor leyéndola  un día me cruce con un artículo que hablaba de test de inteligencias, de los que siempre me sentí un fiel aficionado y me provoco diciendo "Si es capaz de cumplimentar este test en 15 minutos con un resultado aceptable de aciertos, Ud. puede estar entre el 2 % de la población", lo resolví con un más de un 80% de aciertos en menos de 5 minutos, por lo que seguí leyendo el artículo que hablaba de Mensa (http://es.wikipedia.org/wiki/Mensa_(organizaci%C3%B3n) (http://www.mensa.org/) asociación que habla sobre "superdotados".
La propuesta era clara, si creías que podías estar entre ellos, debias enviar una cantidad de dolares, a continuación ellos te enviaban las pruebas para realizarlas con  un mínimo de seguridad, si ellos consideraban que podrías estar entre lo que consideraban "genio", tenias que enviarlas junto a una terna de psicólogos de tu entorno, ellos elegían uno y le enviaban las pruebas a las que te debía someter.
Así lo hice y curiosamente saque un 52% , cosa que no me creí mucho, ya que era conocedor que los test de inteligencia se componen de pruebas espaciales, de entendimiento y de comprensión, estas dos últimas no pude realizarlas, al estar en inglés solamente y yo no sabía hablar la lengua. Solo hice la "espacial", en la que tenia mucha facilidad, no en vano me esa virtud mía llevaba de calle a los psicólogos de selección de personal, como pude constatar a lo largo de las selecciones que personal a las que participe, siempre las concluía en la tercera parte del tiempo admitido y ellos me repetían el mismo consejo "falta aún mucho tiempo ¿porqué no la revisa? y con la misma repuesta "no, ya que me confunde el revisarla" para después verlos alejarse para comentar mis resultados con algún compañero.

Un hermoso viaje en el tiempo

En un hermoso viaje al pasado, inmerso en un ejercicio de calistenia me he vuelto a golpear con mis  hermosos recuerdos de otra vida pasada.
Mis ex-compañeros de Olivetti en Asturias, celebran dos comidas al año, una en el verano en Oviedo y la otra en el invierno en Gijón.
Recibí la llamada de Carlos recordándome que siempre esperan mi asistencia con interés, a pesar de comprender la lejanía de mi residencia en Canarias, me disculpe...lo que no sabia es la "conspiración" de Mary para que asistiera, saco los billetes para viajar esa semana a Asturias para que pudiera participar (acabamos de estar en el verano 15 días) no le quito la razón al decir que son oportunidades únicas, que a lo mejor no vuelven a repetirse, no sé si podré participar en la próxima, o si en ella estarán todos los que si participaran en esta.
Eramos 42, todo un record, ya que no creo que seamos mucho más de 60 aquellos que formamos Olivetti, cuando era toda una familia que luchábamos en otro escenario muy alejado del comercial actual, eran otros modos, otra manera de ver la vida.
Un restaurante atestado de gente que en principio me revolvía la memoria tratando de encontrar referencias que me ayudaran a recordar su nombre, gente que me abrazaba y que no sabia mu bien quienes eran. Muchos años han pasado, todo un hito que modifico mi vida, que la hizo más valiosa, mucha lucha, muchos kilómetros recorridos, mucha gente conocida con las que cruce mi camino y que cambio mi vida para mejor.
En Versalles (París con los ganadores ese viaje)
Durante la comida con mi excompañeros
Mary en las pistas de San isidro
Berlín del Este

Me fui de Olivetti con todos los records de venta, fui el único que gane los 9 viajes al extranjero por cifras de venta conseguidas, incluyendo el viaje al Berlín de las dos Alemanias, incluyendo la aventura de cruzar el Check Point Charlie hacia la Alemania del Este, un mundo siniestro de avenidas enormes y desiertas, visitando el famoso museo de Parramon.


El talonario


Ese sábado se despertó con ganas de gastar. Buscó el viejo talonario del banco y se lo guardó en el bolsillo. En el salón, su hija pequeña veía unos dibujos animados, más dormida que despierta. Se sentó junto a ella y le dijo,  “ cada noche, al acostarte, me pides que te haga mimos. Yo te hago,  pero siempre te quedas con ganas de más.”  Sacó el talonario y escribió en un cheque,  “ Pagaré al portador una hora de caricias por todo el cuerpo.” Ella sonrió y le dijo, “creo que me lo voy a gastar ahora mismo .”
Ese fue el primer talón del día. Después pasó por el mercado, hizo unas compras y  fue a visitar a su madre. “ En mis cuarenta y dos años de vida me has hecho la comida, aproximadamente, 18.000 veces ” le dijo, mientras firmaba un talón. “ Hoy cocino yo ”. La madre leyó en voz alta,  “ páguese al portador una ensalada de cigalitas salteadas, bocaditos de merluza rebozada y un helado de higos con chocolate caliente”.
Después de comer quedo en el café con un amigo al que debía, desde hace tiempo, una explicación. Necesitó todo el reverso de un cheque para escribirla. Se lo entregó  y se abrazaron.
Ya en casa, después de cenar, firmó un talón a su hija mayor canjeable por un cuento con osos, piratas y tesoros hundidos. Después,  se sentó junto a su mujer.  Ella le dijo,   “ me he encontrado este talón con caricias en el pijama de la niña. ¿aún tiene fondos?”
“Claro, ¿quieres hacerlo efectivo ahora?”  Ella se rió:  “Mejor lo guardo para mañana. Hoy también me apetece gastar a mí.”  Cogió el bolso, abrió su talonario y, mirándole con descaro, le extendió un cheque en blanco. 
Publicado en El diario vasco el sábado 4 de agosto de 2007.

sábado, noviembre 24, 2012

Luarca, el punto de inflexión en mi vida





No puedo dejar de emocionarme, cuando hablo de Luarca, a menudo en la vida se muere de éxito y a mi casi me paso en esta bendita tierra,  la fulgurante carrera profesional en Olivetti, me llevo a hacerme cargo de la venta en la parte occidental de Asturias si saber donde me metía,  no me eran propicios los vientos, tenia todo para fracasar, no conocía la zona, ¿como iba a vender 30 maquinas de escribir al mes y 5 fotocopiadoras en una zona rural, pero la vida una vez más me sonrió. El entorno se me brindo, trabaje mucho, mucho, pero eso no debe sorprender a nadie, no había otra opción, la inventiva brota del hambre, fui capaz de superar las limitaciones con trabajo y honradez, la zona me hizo ganar todos (fui el único en la empresa) los concursos que hubieron en esa época  con viajes por EU, incluyendo el visitar la Alemania del Este, París, Londres, Italia, Grecia, etc . Fui corresponsal de prensa, le organice la campaña electoral a Adolfo Suárez, yo que no sabia nada de política, fui designado presidente de la Cruz Roja del mar, hasta que NCR fijo sus ojos en mi y me multiplico mi sueldo por 6 para que me ocupara profesionalmente de Canarias.

domingo, noviembre 04, 2012

Encontrado en internet

"Querer sin limites nunca fue una muy buena idea, intuía, más que saber de los posibles riesgos que entrañaba esto, que me aconsejaban los que presumían de tener más experiencia sobre el tema, que yo... aún así, decidí asumirlos el día que me sonreíste por primera vez, el mismo día de los fuegos de artificio a nuestro alrededor y que sólo nosotros vimos. Ahora es tarde, ya formas parte indisoluble de mi alma, ahora no basta con no desear el dolor, esta inmerso dentro de mi.
Eres para mi, mucho más que un buen recuerdo, fuiste una realidad que añoro dentro de mi vida y eres término de comparación constante y siempre la ventaja  corre de tu parte, mi amiga del alma"

miércoles, octubre 31, 2012

Otro al que tengo engañado


Conocí a Lucas en su puesto de responsable de plataforma dentro del servicio de informática del Cabildo de Gran Canaria y esta de más decir, que lo considero un amigo, ya que siempre tuvimos feeling, que eso no siempre se transforma en negocios conjuntos, ya que más bien tuvimos pocos y por poco importes. Es indudable que es uno de esas personas que tuve la suerte de tener a mi alrededor y que me sobrevaloraron mucho.
Jorge Boedo, toda una vida ligada a las TIC’s
Cualquiera que haya trabajado en puestos de responsabilidad en el área TIC en la Administración Pública (y también en grandes empresas privadas) de Gran Canaria conoce a Jorge Boedo, un histórico del mundo comercial de tecnología en Gran Canaria.  Los que hemos tenido la suerte de conocerlo y trabajar con él podemos afirmar que detrás de esa fachada siempre impecable, detrás de ese acento uruguayo/argentino y detrás de esas palabras siempre amables y con una vocación comercial innata, se encuentra un tipo sencillo, conversador, dialogante, que ha tenido que luchar mucho en esta vida, y que, sin pretenderlo, se ha convertido en toda una referencia comercial en un mundo tan cambiante como el de la tecnología.
Jorge Ricardo Boedo Sosnierz, más conocido como Jorge Boedo, fue durante casi veinte años comercial de grandes cuentas de Informática El Corte Inglés (IECISA) en Gran Canaria, y en los últimos siete años ha sido el Director Comercial de CITEC S.L., una empresa del grupo Global (Salcai-Utinsa) nacida como una spin-off de su departamento de informática.  Jorge ha visto y ha vivido mucho en este mundo de la tecnología, y en estos días, a punto de jubilarse y “pasar a mejor vida“, reconoce que ha tenido mucha suerte y que para nada puede quejarse de lo que le ha tocado vivir.  Siempre muy humilde y poco dado a la autocomplacencia, me sigue diciendo que la gente siempre le ha visto mucho mejor de lo que es, y que no se explica que haya llegado donde ha llegado, dice que ha sido cuestión de suerte.  Yo no creo que haya sido suerte, supongo que ha sabido montarse en el tren que mejor le venía en cada momento, aunque es verdad que el tren siempre pasaba a su lado, pero él ha tenido que dar el salto, montarse y buscarse la vida como mejor sabía, y eso ya no es suerte, es el buen hacer.
Jorge vino a España huyendo de los conflictos que, allá por el comienzo de los años 70 se estaban produciendo en Uruguay.  Con unos estudios técnicos similares a una Formación Profesional, se dedicaba a arreglar todo tipo de aparatos electrónicos, porque era lo que le gustaba. Desde los 18 años ya ocupaba puestos de comercial en distintas empresas de Uruguay. Con tan solo 22 años y 3.000 pesetas en el bolsillo, un buen vecino y amigo gallego (propietario de una carnicería cerca de su casa en Uruguay) le pagó un billete de ida en barco hasta Vigo.  Fue un viaje largo y duro, sabía que era un viaje sin retorno, y tampoco tenía muy claro que iba a encontrar aquí. Tenía referencias de un compatriota que regentaba una cafetería en la Estación de Autobuses (Guaguas) de Santiago de Compostela, aunque no estaba seguro de que todavía tuviera el negocio.  Por fortuna, cuando llegó a Galicia, se buscó la vida para ir a la cafetería de la estación de guaguas de Santiago y se produjo un encuentro afectuoso.  La idea de Jorge era empezar a trabajar de camarero o de “lo que fuera“.  Pero en ese momento el propietario de la cafetería no tenía trabajo para él, pero podía ayudarle a desplazarse hasta Oviedo, donde el hermano del carnicero de Uruguay tenía un bar.  Y así lo hizo, al día siguiente de llegar a España estaba en Oviedo, en el bar del hermano del carnicero y ese mismo día conoció a un comercial que visitaba regularmente el bar y que vendía máquinas registradoras de la marca SWEDA, toda una referencia tecnológica de la época. Y Jorge empezó a desplegar “su encanto“, una breve conversación con el comercial haciendo valer sus conocimientos técnicos y comerciales de este tipo de “cacharros”, hicieron que, después de un par de horas, el comercial regresara al bar para, una vez hablado con su jefe, ofrecerle a Jorge su primer empleo (¡a los dos días de llegar a España!). SWEDA necesitaba un comercial/técnico para cubrir ciertas zonas de Asturias, pero se trataba de zonas alejadas del centro, lo que le obligaba a desplazarse en coche.  Jorge no tenía carnet de conducir, pero ello tampoco le supuso un gran problema.  Al día siguiente (era jueves) se presentó en una academia para aprender a conducir y le contó su historia al dueño.  Aquí entra en juego otra persona que confió en Jorge y lo ayudó mucho.  Dada la urgencia, el dueño se comprometió a enseñar a conducir a Jorge durante todo el fin de semana, pero él tenía que poner de su parte esudiándose el libro para la parte teórica. Al siguiente miércoles, en menos de una semana, Jorge se presentó al exámen teórico y práctico. El teórico lo pasó sin problemas (por encima de otros seis aspirantes que ya se habían presentado más de una vez) y el práctico tuvo la suerte de que el examinador tenía un buen día y ni siquiera tuvo que hacer el recorrido completo, y de hecho ni tuvo que aparcar.  Era uno de esos días en los que todo le vino rodado.  Y así obtuvo el carnet, bueno, realmente aprobó, el carnet físico no lo obtendría hasta pasados unos meses (ya saben, los trámites burocráticos).  Pero Jorge necesita poder conducir cuanto antes.  Así que se plantó en la Delegación de Tráfico de Oviedo para hablar con el máximo responsable.  Recordemos que era el final de la época franquista.  Los burócratas eran muy respetados, sus despachos eran impresionantes y todo estaba rodeado de un ambiente muy formal.  Jorge estaba nervioso, pero su determinación era más fuerte que todo lo demás. Nuevamente, y para su sorpresa, el Delegado de Tráfico, un hombre serio y de gran influencia, le recibió con los brazos abiertos, le gustó su historia y le facilitó los trámites para poder conducir “legalmente” sin tener el carnet de conducir, y además, le tramitó todo lo necesario en la Seguridad Social para poder tener a punto el contrato de trabajo. El Delegado tiró de teléfono y llamó a uno de sus contactos en la Seguridad Social de Oviedo (en un edificio que estaba frente a Tráfico). En una hora, Jorge solo tuvo que salir de un edificio, recorrer unos pocos cientos de metros y en la puerta del edificio de la Seguridad Social le esperaba un funcionario con todos los papeles en regla para poder darse de alta en la Seguridad Social y poder firmar el contrato de trabajo con SWEDA.
¿Suerte? Igual hubo algo de ello, pero seguro que también influye ese “halo” que desprende Jorge allá por donde pasa.  En poco más de una semana de haber llegado a España prácticamente con lo puesto, ya tenía un contrato de trabajo, carnet de conducir, coche que le ponía la empresa y una cartera de clientes a los que tratar de venderle una “caja registradora“.  Y vaya que si vendió.  Trabajó más de dos años para esta empresa con unas ventas muy por encima de lo que todos esperaban, y encima, al cumplirse los dos años, por contrato el coche pasaba a ser suyo.
Después vino Olivetti.  Fue otro tren que no dejó pasar. Tras una formación intensiva de quince días en Barcelona con todo pagado, mientras sus compañeros se dedicaban a malgastar el tiempo que no estaban de formación, Jorge se concentraba en sus estudios para ser el mejor. Y lo consiguió. Fue el mejor de su promoción y volvió a Asturias a “vender lo que hiciera falta“.  Ahora ya se pasó al mundo de las fotocopiadoras, y nuevamente hizo carrera. En Olivetti coincidió con el abuelo de Letizia Ortiz, la Princesa de Asturias. Él era un comercial veterano y Jorge solo acababa de empezar en la empresa, pero se forjó cierta amistad que le llevó a intimar con él y a conocer a su familia.  Jorge me comenta entre bromas que tiene el orgullo de haber besado a la princesa Letizia, eso sí, se trataba de un beso inocente a la que entonces era una niña asturiana de buena familia (quién le diría a él que ahora es la futura Reina de España).
En Olivetti ganó muchos viajes de incentivos por sus ventas, pudo recorrer mundo gracias a los frutos de su trabajo incansable.  Y entones se cruzó en su camino otro grande de la tecnología, NCR. Vio un anuncio en el periódico en el que se buscaba “al mejor vendedor de informática de España“, tal cual. Nuevamente se subió a ese tren. Hizo la entrevista en Madrid, con todos los gastos pagados.  Los otros aspirantes, todos muy bien arreglados y con buen porte, con muchos estudios, le hicieron pensar a Jorge que no tenía ninguna posibilidad. Creía que no tenía nada que hacer con semejante puñado de talento.  Pero fíjate por donde, Jorge llegó a la final con otro aspirante. Y la balanza volvió a caer de su lado. Es evidente que “algo” tiene que lo hace especial.
Pero su puesto en NCR vendría con una “sorpresa”.  Lo necesitaban en Canarias, para expandir el negocio.  Lejos de ser un problema, y dado que NCR corría con todos los gastos, Jorge y su familia (ya le había dado tiempo de casarse y tener hijos) se trasladaron a vivir a Las Palmas de Gran Canaria. Aquí comienza su relación con Gran Canaria.
Su puesto en NCR no duró demasiado. Volvió a Olivetti, tambien en Gran Canaria, pero tampoco duró mucho y se volvió a ir al poco tiempo de forma pactada. Y entonces es cuando, en el año 1984 un headhunter de IECISA se cruzó por su camino, y tampoco lo dejaron escapar.  En IECISA fue donde se labró un nombre con letras de oro en el mundo comercial en Gran Canaria. Batió todos los records de ventas a nivel nacional. Fue el tercero en volumen de facturación en toda España dentro de la compañía. Sus ventas en Canarias suponían el 85% de todas la ventas de IECISA. Y a pesar de no ser el primero en facturación, sólo su volumen de beneficios (no es lo mismo venta que beneficios) era mayor que la suma de los beneficios obtenidos por los otros cuatro de mayor facturación juntos (el 1º, 2º, 4º y 5º).  De hecho, Jorge daba más beneficios a IECISA que todos los comerciales de Cataluña juntos. ¿Son o no son datos espectaculares?
Después de casi 20 años de profesión, y a pesar de sus números, llegó un día en el que Jorge resultó “molesto” para una empresa que, siendo una de las mayores consultoras de IT a nivel nacional e internacional y con gran reputación, tiene una estructura y unas formas de trabajo que recuerdan más a otros tiempos, estando muy lejos de ser una empresa “abierta” y con “aire fresco“.   Así que, en el año 2004, Jorge decidió bajarse de ese tren que ya no era el AVE de la tecnología, sino que se había convertido para él en “el tren del infierno“.  Con un acuerdo entre ambas partes, no exento de polémica, Jorge pudo llegar a una nueva estación.  Allí lo estaría esperando Pedro Suárez, Consejero Delegado de DESIC S.L. (Desarrollos y Sistemas Informáticos Canarios S.L.) para ofrecerle un puesto a su medida, primero como Adjunto a la Dirección de DESIC y dos años más tarde como Director Comercial de CITEC S.L.
Pero ya no era lo mismo, desde 2004 hasta ahora mucho ha cambiado el tema comercial de la tecnología. No es lo mismo partir de una empresa grande que llegar a una no tan grande y donde las cosas se hacen de otra forma. Vender en estos últimos años se estaba convirtiendo en una lotería, y aquí sí que había que tener suerte.
A pocos días de su merecido retiro, Jorge espera poder dejar de lado este mundillo que lo ha mantenido activo durante más de 40 años. Su visión de la tecnología ha cambiado mucho en ese tiempo, empezar por máquinas registradoras y acabar vendiendo blades o software de virtualización es como haber vivido desde el pleistoceno hasta la revolución industrial en un par de decenas de años.  El mundo de la informática se mueve muy rápido y Jorge ya no tiene tantas ganas de seguir su ritmo.  Ahora mismo él prefiere disfrutar de su familia, de su afición por la ciencia ficción, de su “caro” hobby por las cámaras de fotos Leica (tiene más de cuarenta en su casa) en el que no deja pasar ninguna oportunidad en ebay para hacerse con otro modelo para su colección.  Es un fiel seguidor de mi blog y a él le debía esta entrada, aunque si fuese por detalles, tendría para escribir al menos diez entradas más.  Igual Jorge hace que me ahorre el trabajo de escribirlas y termina el libro que un día empezó pero que no se decide a publicar: “La trastienda del éxito“.  Si se vende tan bien como lo ha sabido hacer él ya tiene un futuro asegurado, y el de varias generaciones.

jueves, octubre 25, 2012

La llamada esperada


Me siento rara, no en vano hacia años que esperaba esta llamada y ahora me siento vacía, sin contenido. No he asimilado el golpe mortal asestado en lo más profundo de mi ser.
Fuiste (y eres) mi sueño más inalcanzable, mi motivo de cada día para ser mejor. Tengo la edad de conformarme con lo que elegí en su momento y es lo que tengo, he renunciado a cambiar mi vida, lo más importante para mi en estos momento, es la paz que me da lo cotidiano, el ir de compras, ir al gimnasio, pasear junto a él por esos lugares que soñaba que recorrería junto a ti y que no pudo ser. Me declaro cansada de seguir un imposible, ese que juraba y perjuraba que no lo era, sentí y predecía mentalmente dentro de mi la crueldad de cambios en mi vida que en el fondo no quería,  pero  he bajado de repente y de una manera brutal a la tierra, desde esos sueños inalcanzables más hermosos, dándome de bruces con la realidad más dura.
A pesar de eso no puedo alejar mis pensamientos de aquellas hermosas sensaciones que tuve cuando me pasaste por primera vez el brazo por encima del hombro, en un claro gesto de posesión que me hacia sentirme tuya , mientras paseábamos por la calle detrás de la iglesia, a la salida del instituto, en esos momento ya tocaba el cielo con las manos, era millonaria en sensaciones hermosas, no tenia prisas, caminábamos despacio, solo encontraría la soledad más adelante y no la deseaba, era muy feliz con tu presencia a mi lado, aún ni siquiera me habías besado, aunque deseaba ese momento con intensidad, conocedora de que vendría, ya estaba preparada para aceptarte cuando sucediera,  mi sangre revoleteaba incansablemente en mi cuerpo casi infantil.
Corrimos para alejarnos de la tenue y persistente lluvia,  llegamos a guardecernos al costado de una columna de ese edificio que aparecía inmenso, al borde del parque de atracciones. Sabia que sucedería mientras trataba inútilmente de secar mi cara muy nerviosa con el pañuelo y estaba preparada, lo deseaba, te mire y me devolviste la mirada más dulce mientras acercabas tus labios a los míos con una lentitud exasperante y me vi obligada a culminar el contacto con un gesto rápido y preciso del que no deseaba retroceder, me gustaba tanto que quise quedarme allí para siempre y no romper ese maravilloso hechizo, son sensaciones que ya nunca pude repetir con otro y que guardare para siempre como parte de tu legado.
Hoy que la melancolía me rodea de una manera brutal, me es imposible alejar mis pensamientos de aquellas emociones de pasear cogidos de la mano por la ribera del río, cuando me ibas a buscar a la casa de la profesora que me ayudaba en las tareas extraescolares. Se hacia de noche y nos parecía temprano para regresar en el bus, quisimos alargar esos momentos y nos sentamos debajo de un árbol frondoso, inmersos de los aromas de la rosaleda cercana y sucedió, sentía tus dedos recorriendo mi espalda sin prisa, disfrutando de ese largo y cálido discurrir por mi piel, eran sensaciones que sabíamos de “mayores”, pero que hipnóticamente no podíamos renunciar, ni queríamos hacerlo, debía prevalecer mi cordura y no dejarte seguir…pero no era capaz, mi cuerpo se sentía halagado, deseaba que continuaras en lo más profundo de mi ser.

lunes, octubre 01, 2012

El Centenario del Luarca C.F., me dedica un entrañable recuerdo


El libro recoge toda la historia del equipo, desde sus inicios (1.912), bajo la denominación de Luarca Sport Club (hasta la temporada 1.947-48) y del Luarca C.F., desde la campaña 1.948-49 hasta la presente 2.011-12. Un repaso exhaustivo por un siglo de vida del fútbol luarqués.

Esta obra que está estructurada en quince capítulos, con cuatrocientas páginas y cerca de setecientas fotografías,- en blanco y negro y color-, cuenta con la colaboración de tres ilustres luarqueses. El prólogo del libro lo ha realizado el doctor de la selección española de fútbol, Oscar Luis Celada; el epílogo  es obra de Román Suárez Blanco y a través de sus páginas uno puede realizar un extraordinario repaso de la relación entre Luarca y el balompié, con las magníficas ilustraciones de Marcelo Suárez García.

Cipriano Fernández, “Cipri”, ya publicó hace un lustro “El Olimpo Luarqués”, historia deportiva de Luarca y su concejo. Ahora con esta obra, pretende rendir un homenaje a todos cuántos participaron en un siglo de fútbol en Luarca: jugadores, entrenadores, presidentes, directivos y aficionados. Tras este trabajo de cuatro largos años, se esconden miles de horas en hemerotecas, archivos o bibliotecas públicas y privadas. Un pormenorizado repaso con estadísticas, resultados y anécdotas de nuestro querido Luarca C.F., el histórico modesto, se ha convertido en centenario.



lunes, septiembre 24, 2012

La acuarela que adorna nuestro salón

Como clientes que eramos de la Caja de Canarias, nos maravillábamos cada vez que pisábamos las oficinas, con la decoración existente, basada en serigrafias de distintas obras de Alberto Manrique, importante acuarelista canario, no queríamos que fuera tan solo un trueque por dinero, buscamos la personalización de la obra, queríamos algo que nos hiciera vibrar especialmente y un día decidimos poseer una, no nos fue tan fácil, nos enteramos donde vivía y fuimos a la dirección que nos indicaron como su casa en Tafira con dos palmeras en el porche, tímidamente tocamos en su puerta muy despacio, volvimos a tocar más fuerte, debido al poco éxito que obtuvimos la primera vez. No lo conociamos, salio a atendernos él en persona.
Atropelladamente, superados por el momento,  le dijimos porque estabamos allí y resulto ser un hombre entrañable, nos hizo pasar a su estudio y nos hablo de que justo había sacado un boceto de una callejuela de su barrio y que si nos gustaba, estaría encantado de pintarla para nosotros y así fue, le caímos simpáticos, adicional mente nos regalo varias "pruebas de autor"  a las que él no le daba valor, ya que eran las que servían para que el diera el O.k. a la imprenta, pero que nosotros agradecimos con orgullo desmedido y admiramos en soledad muchas veces en nuestro hogar. 

En la foto adjunta estamos junto al artista, con la acuarela que adorna nuestro salón desde ese entonces.
Varios amigos nos hablaron que ellos tenia serigrafias, que le costaron la centésima parte que nuestra acuarela y que para ellos era lo mismo...para nosotros, esta claro que no.

miércoles, abril 11, 2012

Con mayor frecuencia van abandonando los de mi quinta...


La expresentadora de televisión, Marisa Medina, ha fallecido a los 69 años. En 2010 le diagnosticaron un cáncer de colon y de hígado avanzado, hecho por el que los médicos le dieron «dos años de vida», según confesó la actriz de la época del destape.
«Las drogas y el alcohol me han pasado factura, pero sobre todo mi adicción al juego. He sido ludópata, me he jugado mucho dinero y lo he perdido todo», aseguraba la famosa actriz en los años 60 y 70. Confesó haber perdido 150 millones de pesetas y una vez fuera de estas adicciones, reflejó sus vivencias en el libro «Canalla de mis noches» (2003) y el poemario «La droga solitaria» (2008).En sus últimas entrevistas en los programas de Telecinco «¡Qué tiempo tan feliz!» y en«Sálvame», Marisa Medina reconoció que había sufrido muchas adicciones en el pasado.
Marisa Medina se casó en 1970 se casó con el compositor Alfonso Santiesteban, con el que tuvo tres hijas: Silvia (1974), Alexandra (1976) y Laura (1983). Su amor se terminó en 1983 y en 1994 ambos se divorciaron.

Extensa carrera profesional

En 1971 debutó en el cine con «La casa de los Martínez», a la que siguieron: «Si fulano fuese mengano», «En un mundo nuevo», con José Rubio; «Los caballeros del botón de ancla» (1972); «El padrino y sus ahijadas», realizada con Antonio Garisa (1973); «Las señoritas de mala compañía», con José Luis López Vázquez; «¡Caray que paliza!» (1974); «El comisario G», «Vida íntima de un seductor» (1975); «Pecado mortal», y «Eva limpia como los chorros del oro» (1976).
Dentro del mundo de la canción, realizó diversas galas por España y grabó varios discos, aunque sin demasiado éxito. Tras cinco años de ausencia de la pequeña pantalla, en enero de 1990 regresó a TVE para colaborar en el programa «Buenos días».
Al año siguiente, en febrero de 1991 presentó en TVE el espacio semanal «Llave en mano», dedicado a la vivienda, en el que abordaba aspectos relacionados con la arquitectura, la decoración y la legislación, en colaboración con especialistas.
En 2005, la Asociación Profesional Española de Informadores de Prensa, Radio y Televisión (APEI-PRTV) le concedió uno de sus premios «Entrañables».

martes, enero 24, 2012

10 libros que todo hombre de negocios debe leer (encontrado en internet)

Porque desde que el hombre inventó la escritura -el registro gráfico de la palabra- independiente del idioma y del soporte- se constituyó como el principal instrumento de almacenamiento y difusión de conocimientos. En un papiro o un iPad, ideas circulan, pensamientos se renuevan, teorías fundamentan revoluciones. Aparece la radio, la TV, el Internet, cambiamos la manera en que leemos y el término "texto" ha ganado una multitud de significados. Pero nunca, el libro, dejó de existir.
Hoy en día, puede ser de papel - nuevo o antiguo- o en una plataforma digital, en el PC, el Kindle, un iPad o incluso en un smartphone. A pesar de la ligereza, el libro sigue cumpliendo su rol en el pensamiento y registra la historia para que todo llegue a los demás. Dada esta importancia, se decidió preparar una lista de sugerencias hechas por profesionales de diferentes sectores del mundo empresarial, nuestro equipo y nuestros lectores a través de Facebook y Twitter.
El objetivo, por supuesto, no es agotar en esta oprtunidad todo lo relativo al área de la Administración, que tiene una interesante bibliografía (puede ser que ningún sitio fuese suficiente para esto), pero a continuación se presentan las obras que hicieron la diferencia en la vida y trabajo de personas que tienen la administración y el mundo empresarial como parte fundamental de su vida. Se trata de nuestro columnista Stephen Kanitz, el escritor norteamericano Carmine Gallo, nuestro equipo y los lectores.
Los elegidos por los entendidos

1.Ventaja Competitiva de las Naciones, Michael Porter

"El libro que destrona a la Riqueza de las naciones,  escrito por Adam Smith".
Declaración de Stephen Kanitz, máster en Administración de Empresas de la Universidad de Harvard y autor de la columna Punto Final en la revista de Administradoras.

2.Blink: Inteligencia intuitiva, por qué sabemos la verdad en dos segundos, de Malcolm Gladwell, quien es también autor de “El punto de inflexión” y “Fuera de serie”.

"El libro fue recomendado ( y presentado) por el monitor de Psicología Aplicada a la Administración, Lucas Funchale. Es revolucionario, porque afirma que las decisiones acertadas no son siempre fruto de largos procesos de decisión y de recopilación de información. Una decisión rápida también puede ser grande! Él aborda la existencia de un "inconsciente cognitivo" (mi término para diferenciar el inconsciente de Freud) que él llama inconsciente adaptativo", afirma Silvia Generali.
Pues bien, para obtener más información, por favor, lea el libro. Es una recomendación de Silvia Generali, profesora de Ufrgs y autora del libro de Psicología Aplicada a la Administración.
Fotografía: parte de la portada del libro El desafío Starbucks: ¿Cómo Starbucks luchó por su vida sin perder el alma, de Howard Schultz (CEO de Starbucks)

3.Piense y hágase rico, Napoleon Hill

"A pesar de que fue escrito hace más de 70 años, el contenido sigue siendo actual en el tratamiento de la esencia del proceso de creación de riqueza y su relación con la función cerebral. El autor es muy convincente en demostrar que las actitudes de las personas son un factor fundamental en su prosperidad. Los ejemplos del libro tratan tanto de formación de riqueza personal como empresarial, explicando la relación entre las dos. Siendo entonces un investigador en el asunto, cambió alguna de mis convicciones luego de leer la obra Napoleon Hill"., dice Gustavo Cerbasi.
Gustavo Cerbasi es administrador, asesor financiero, autor del best seller "Las parejas inteligentes se enriquecen juntos" publicado en 2009 y nombrado por la revista Época como uno de los 100 brasileños más influyentes.

4.Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Camergie

“Si pensamos que algunos factores cruciales de los casos de negocios exitosos están en la capacidad de cultivar las relaciones estratégicas y de gestión de personas, es esencial leer este trabajo y mejorar sus habilidades en redes y el talento para hacer frente a los recursos humanos", dice Edney Souza.
Edney Souza es un pionero de la blogosfera en Brasil y responsable de Interney.net, uno de los blogs más populares de Brasil.

5.El desafío Starbucks: ¿Cómo Starbucks luchó por su vida sin perder el alma, de Howard Schultz (CEO de Starbucks)

"Howard Schultz ha cambiado mi forma de ver las comunicaciones empresariales. Yo lo entrevisté hace unos años realizando la revisión de la transcripción y me di cuenta de que no utilizó en ningún momento la palabra "café". A Schultz le gusta el café, pero su gran pasión es crear un ambiente de trabajo que haga que la gente se sienta bien y una cultura que recompense los servicios de atención más excepcionales. Hay una diferencia entre el producto que vende y lo que este producto representa. Schultz nos recuerda que la pasión lo es todo”, relata Carmine Gallo.
Carmine Gallo es  estadounidense que se especializa en técnicas de comunicación, escribe para la revista BusinessWeek y es autor de "Haz como Steve Jobs" e "Innovación -. El arte de Steve Jobs"

6.El fin del márketing tal y como lo conocemos, por Sergio Zyman

"De una forma ácida, clara y contundente, Zyman describe en detalle el caso de la Nueva Coca-Cola, sobre varios errores, junto con otros conceptos súper interesante acerca de cómo manejar la comercialización, ventas, marcas, personas, etc.", opina Marcos Hiller.
Marcos Hiller es coordinador del MBA en Gestión de Marcas de Trevisan Escuela de Negocios y columnista de administradores.
Sugerencias de la redacción
Conversamos, analizamos, discordamos, concordamos y llegamos a dos títulos, que dejamos a continuación como nuestras sugerencias de lectura indispensable.

7.Estrategia competitiva, de Michael Porter

Publicado en los años 80, el libro colocó el nombre de Michael Porter de forma definitiva en la lista de los principales pensadores del management mundial y es la base de los estudios que componen sus siguientes obras. “Ventaja competitiva es la venta” es “La ventaja competitiva de las naciones”.

8.Sáfari de la estrategia, por Henry Mintzberg

Un libro fantástico que reúne a los principales estudios sobre la estrategia que se ha hecho en el mundo, desde la antigüedad hasta nuestros días. Una obra que escapa a las recetas tradicionales sin dejar de ser didáctico. El libro es una herramienta esencial para los estudiantes de administración y cualquier persona interesada en la comprensión de lo que realmente es ser estratégico.

Sugerencias de los lectores

Entre los seguidores que tenemos en Twitter y Facebook, los dos libros más citados fueron “El arte de la guerra”, de Zun Tzu, y “El monje y el ejecutivo”, de James C. Hunter. El primero, como el propio título sugiere, es sobre estrategia. Pero especificamente, un tratado militar del siglo IV a.c que influenció diversos líderes a lo largo de la historia y hasta hoy se mantiene muy actual. El segundo, utiliza un gancho de encuentro entre los líderes de los distintos segmentos en un monasterio en el norte de Michigan, abordando el tema de "liderazgo" desde la perspectiva del líder servidor.
Finalizada la lista, usted debe estarse preguntando: si, pero no se incluyó ningún libro de Peter Drucker. Respuesta: sí, ningún librode Drucker. Y la razón es simple: es de lectura obligatoria para todos los directivos y el estudiante de administración.
“La última lagrima” o por qué no debemos postergar las cosas.   

Allí estaba, sentado en una banqueta, con los pies descalzos sobre las baldosas rotas de la vereda; gorra marrón, manos arrugadas sosteniendo un viejo bastón de madera; pantalones que arremangados dejaban libres sus pantorrillas y una camisa blanca, gastada, con un chaleco de lana tejido a mano. El anciano miraba a la nada. Y el viejo lloró, y en su única lágrima expresó tanto que me fue muy difícil acercarme, a preguntarle, o siquiera consolarlo.

Por el frente de su casa pasé mirándolo, al voltear su mirada la fijó en mí, le sonreí, lo saludé con un gesto aunque no crucé la calle, no me animé, no lo conocía y si bien entendí que en la mirada de aquella lágrima se mostraba una gran necesidad seguí mi camino, sin convencerme de estar haciendo lo correcto.

En mi camino guardé la imagen, la de su mirada encontrándose con la mía. Traté de olvidarme. Caminé rápido como escapándome. Compré un libro y ni bien llegué a mi casa comencé a leerlo esperando que el tiempo borrara esa presencia…. pero esa lágrima no se borraba…
Los viejos no lloran así por nada, me dije.

Esa noche me costó dormir, la conciencia no entiende de horarios y decidí que a la mañana volvería a su casa y conversaría con él, tal como entendí que me lo había pedido. Luego de vencer mi pena, logré dormir.

Recuerdo haber preparado un poco de café, compré galletas y muy deprisa fui a su casa convencido de tener mucho por conversar.

Llamé a la puerta, cedieron las rechinantes bisagras y salió otro hombre.

- ¿Qué desea? – Preguntó, mirándome con un gesto adusto.

- Busco al anciano que vive en esta casa. – Contesté.

- Mi padre murió ayer por la tarde – Dijo entre lágrimas.

- ¡Murió!- Dije decepcionado. Las piernas se me aflojaron, la mente se me nubló y los ojos se me humedecieron.

- ¿Usted quién es? – Volvió a preguntar.

- En realidad nadie – Contesté, y agregué – Ayer pasé por la puerta de su casa, y estaba su padre sentado, vi que lloraba y a pesar de que lo saludé no me detuve a preguntarle que le sucedía pero hoy volví para hablar con él pero veo que es tarde.

- No me lo va a creer pero Usted es la persona de quien hablaba en su diario.

Extrañado por lo que me decía, lo miré pidiéndole más explicación.

- Por favor, Pase – Me dijo aún sin contestarme.

Luego de servir un poco de café me llevó hasta donde estaba su diario y la última hoja rezaba: “hoy me regalaron una sonrisa plena y un saludo amable… hoy es un día bello”.

Tuve que sentarme, me dolió el alma de solo pensar lo importante que hubiera sido para ese hombre que yo cruzara aquella calle.

Me levanté lentamente y al mirar al hombre le dije: – Si hubiera cruzado la acera y hubiera conversado unos instantes con su padre…- Pero me interrumpió y con los ojos humedecidos de llanto dijo: – Si yo hubiera venido a visitarlo al menos una vez este último año, quizás su saludo y su sonrisa no hubieran significado tanto para él.

domingo, enero 15, 2012

“Carlotita” es un relato de Antonio Mingote que publico hace muchos años la revista Iberia, de la que fui un asiduo lector, durante  mis obligados, largos  y constantes  vuelos.

Recuerdo que estaba cenando y me atrapo su lectura, su dulzura e intimismo. Aquella noche en el hotel, lo volví a leer varias veces y hoy me sigue impactando, a pesar de las muchas decenas de veces que volví a releer las hojas amarillentas que conservo de ese ejemplar de la  revista y no puedo evitar revolverme inquieto en el asiento, cuando lo hago.    


CARLOTITA

No siento añoranza, que es, según el diccionario, "recordar con pena"; ni nostalgia, "tristeza melancólica" según el famoso libro. Sigo transitando plácidamente por los viejos escenarios. Persisten los re-cuerdos, buenos y malos, y en ellos me instalo, sosegado y en paz.

Antes que nada recuerdo Daroca en un piso alto de la calle Mayor, desde donde se contempla la parte más vieja de la ciudad, los tejados, las torres; más allá, el monte con la ermita, la muralla en la cresta y, en lo más alto, ¡el castillo! Lo más emocionante, el castillo, ha sido destruido y arrasado siglos atrás; pero mi padre -mi padre es un verdadero artista y ejerce como tal en cada momento de su vida- mi padre me hace ver la fortaleza erguida sobre lo que apenas es un muñón sobre la roca. Así que mis primeros recuerdos son un castillo que no está. Pienso ahora si no me habré pasado la vida contemplando castillos que no existen, ejercicio templado y contenido por la serenidad y el buen sentido de mi madre, que desde el amor a su marido me enseñó a reírme de mis castillos y de mí mismo.

Pero si existe, al pie del castillo, la Cueva de la Morica Encantada, abierta entre las rocas que sustentan lo que queda del murallón, un agujero en el piso en rápida pendiente hacia una impenetrable oscuridad que se adivina cegada por las piedras que los hombres y el tiempo han ido acumulando.

La cueva tiene, naturalmente, una apasionante historia de caudillos, moros y cautivas cristianas que mi padre nos repetía a mi hermana y a mí sin cansancio por su parte ni por la nuestra.

Mi recuerdo más lejano es el de una tarde ¿de qué año? Yo apenas tenía siete u ocho. Nos acompañaba en la excursión mi tía Carlota, prima hermana de mi madre que había venido con su hija Carlotita desde Segovia, donde vivían, a pasar el verano con nosotros. Tía Carlota había enviuda do meses atrás y creía, sin duda, que veranear en la recatada Daroca resultaría menos frívolo y mundano que hacerlo en la populosa Segovia.

Tenía Carlotita tres años más que yo y ya se adivinaba, a pesar del severo luto en que iba empaquetada, la preciosa muchacha que iba a ser poco después. A mí me gustaba muchísimo, tan guapa y tan mayor, y ella lo advertía, claro está, y coqueteaba despiadadamente.

Lo primero que hizo la tía Carlota cuando llegamos al pinar, apenas depositada en el suelo la cesta de la merienda, fue prohibirnos a los niños que nos acercáramos a la cueva. Y lo primero que hizo Carlotita después de merendar fue llevarme a la cueva de la mano para explorarla juntos. Nos
deslizamos por la pendiente, más acelerados en cada momento, y cuando ya asustados de nuestra osadía quisimos volver, nos dimos cuenta de que era mucho más fácil bajar que subir.

Más familiarizado yo con el mítico agujero, aunque era la primera vez que lo exploraba, intenté tranquilizar a la chica.

-No te preocupes, si no salimos nos sacarán.

-A pesar de mi muy varonil sangre fría en la adversidad, Carlotita estaba muy lejos de tranquilizarse y se me abrazaba angustiada, con lo que perdíamos, deslizándonos hacia abajo, lo poco que habíamos podido avanzar trepando.

Al final nos sacaron.

Antes de volver a Segovia, Carlotita, ya en la estación, me dio un beso.

-Eres muy valiente - dijo.

Años después, cuando la República, nos encontramos en Daroca otra vez. Yo tenía diecisiete años y ella veinte. Era preciosa, alegre, desenvuelta. Y tan coqueta como cuando la conocí. Me fascinaba. Vivíamos entonces, forasteros en la ciudad, en el caserón tras las murallas de un pariente que nos acogía, hospitalario, durante el verano.

-Vamos a aprovechar que mamá ya no nos prohíbe acercarnos a la Cueva de la Morisca Encantada - me dijo.

Subimos de la mano hasta el castillo. Recuerdo a  Carlotita de blanco, su larga melena castaña y su risa, por el camino del pinar perfumado y umbrío. Nos detuvimos ante la Cueva.

-¿Entramos? - invité.

-Es que si ahora no podemos salir, no habrá quien nos saque.

Sentados a la sombra de un pino enorme hablamos de nuestras vidas separadas, ella en Segovia, yo en Teruel. Y los recuerdos.

-Siempre recordaré el miedo que pasamos.

-Sobre todo tú - precisé.

Sonrió ella y me abrazó como entonces. Me besó.

Me besó largamente como se besan en las películas en blanco y negro que entonces veíamos, que aquello sí que eran besos, no los frenéticos chupeteos con que ahora nos abruman. Fue un beso largo, emocionante, dulcísimo.

Se puso en pie.

Es que... tengo novio.

Caminé tras ella pinar abajo. Ella no hizo nada por acortar la distancia. Se fue al día siguiente.

Pasaron años hasta nuestro tercer encuentro en Daroca. Yo había acudido a una boda de familia. Estaba en el cuarto del hotel cuando sonó el teléfono.

-Le llama la señora de Marcuellez. Resultó ser Carlotita.

-También yo he venido a la boda - dijo -. Si quieres verme, sólo tienes que atravesar el pasillo.

La encontré sentada en un sillón frente a la ventana.

-El castillo envejece más despacio que nosotros - dijo.

-Estás guapísima.

-Eres tan amable y gentil como te recuerdo. Siéntate aquí, a mi lado. Mira el castillo. Desde aquí no se ve la entrada de la cueva. ¿Te acuerdas? Fue emocionante. La primera vez, una aventura. La segunda...

-Seguramente un amor malogrado.

-Éramos tan jóvenes.

-Vamos a la cueva. Quiero besarte allí otra vez.

-¿Otra? Eres insaciable.

Me tendió los brazos, sonriendo. Iba a abrazarla cuando llamaron a la puerta.

-Entra, Ramona.

Entró Ramona, oronda y servicial, empujando una silla de ruedas.

-Vamos señora, la esperan.

Tomó Ramona en brazos a la señora y la acomodó en el asiento que hizo rodar hacia la puerta.

-Nos encontraremos abajo - dijo Carlotita.

Antes de cerrarse la puerta del ascensor tuvo tiempo de dedicarme su mejor sonrisa. Una fascinadora sonrisa de ochenta años.

Yo, que sólo tenía setenta y siete, bajé por la escalera.

Carlotita, o sea doña Carlota Esquiu Crevillente, viuda de Marcuellez, murió el mes pasado. Su memoria se reduce a la historia de un beso. Un sólo beso, pero un beso como los de las películas en blanco y negro que veíamos entonces, que aquellos sí que eran besos.

lunes, enero 09, 2012



En esa época recibiamos casi a diario la visita de la princesa Letizia Ortíz (vivia muy cerca), realmente al que visitaba era a su abuelo paterno, José Luis Ortíz Velazco, con el que que yo compartia escenario laboral y por lo tanto la oficina de Olivetti en Oviedo.

En las fotos, que fueron realizadas durante un viaje a Holanda, como premio por los resultado comerciales obtenidos. José Luis es el más "alto" y esta justo a mi derecha en la foto, con gabardina.

Origen de la noticia: Revista empresarial OLIVETTI