Aprendiendo de los mejores

El sumergirme en el mundo empresarial de Las Palmas fue un salto importante en mi vida laboral, ya que cambio el nivel de mis contactos, en Olivetti hablaba con los responsables de informática, en NCR hablaba con los directores generales, ya que la compras eran importes más elevados, al final me convencí que era lo mismo , ya que aunque el importe de la operación se multiplicará por cien, al fin a cabo era lo mismo objetivo. Uno de mis primeros clientes fue Ivar Olson Lunde, aparte de ser

director general de Fred Olsen la naviera noruega, era cónsul de Noruega en Las Palmas de Gran
Canaria, fue el primer playboy que conocí, conducía un Porsche 911 (en aquella época era una cosa extraordinaria lo había visto a Steve McQueen en la película las 24 Horas de Le Mans), lucía un Rolex Sea Dweller, exactamente como el que utilizaba James Bond en Golfinger, vestía ropa de Armani, todo un gentleman. Si me compro el sistema NCR, pero lo más importante fue lo que aprendí de la vida en nuestras comidas, era un auténtico sibarita, junto a él conocí los mejores platos de la cocina internacional fue otro que me sobrevaloro, cuando lo designaron a que ocupara la plaza de cónsul general en España, me ofreció ser su sucesor en la isla, yo me sentía aturdido, no me sentía para nada capaz de ocupar su puesto, pero el insistio y me llevó a hablar con el consejero delegado, nunca antes había dicho con tanta sinceridad "Tierra trágame" y la tierra no me trago. Ya que el Consejero me habló en inglés y yo aunque chapurrear un poco, le dije que no sabía inglés, Ivar me miro sorprendido, ya que pensaba que al trabajar en una empresa americana, daba por hecho que sabía inglés. Fue quizás el mayor ridiculo que he pasado en mi vida laboral, el Consejero me lo dijo con mucho cariño, que era imposible ser director sin saber inglés coloquial, aunque fuera el mejor comercial del mundo, eran muchas más relaciones.
Ivar se fue a Madrid, pero me siguió enviando para fin de año una foto con su familia, sus dos hijas creciendo y siendo ya mujeres, hasta que un año no me llegó, me dio terror mirar en internet y el presagio se cumplió: Allí estaba su esquela y me destrozo el alma.