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martes, abril 08, 2014

PEQUEÑAS COSAS QUE ME HACEN TREMENDAMENTE FELIZ

“EL SECRETO DE LA EXISTENCIA HUMANA NO SÓLO ESTÁ EN VIVIR, SINO TAMBIÉN EN SABER PARA QUÉ SE VIVE“ (DOSTOYEVSKI)
El olor del café por las mañanas, lavarme la cara con agua fría, sentir como el nórdico abraza mi piel una fría noche de invierno, usar mi almohada de confidente, bajar el ritmo de mis pasos cuando me doy cuenta de que voy demasiado rápido, recibir un mensaje de “buenos días“, cruzarme con un desconocido y que me regale un “hola“, bailar mientras me arreglo para comenzar mi jornada, olvidarme de todo mientras suenan las baterías de un grupo de rock, el olor a incienso y a vela aromatizada.
Me relaja el sonido de la lluvia un domingo por la noche, me encanta ver una película y que se me erice la piel, un abrazo que me haga suspirar y cerrar los ojos; ver la cara de mi padre todas las mañanas, los reencuentros con personas importantes en mi vida, mirar el horizonte en un atardecer despejado, disfrutar de los sabores de la comida, viajar, conocer culturas diferentes y darme cuenta de que somos todos iguales y a la vez muy diferentes, pedir perdón y aceptar unas disculpas, darme cuenta de que cuando tengo rencor sólo sufro yo, levantarme una mañana y sentir que lo que ayer me parecía importante, hoy ya no.
Me siento reconfortada cuando me dedico a lo que me gusta y aportar parte de mi tiempo en colaborar con alguna causa, sea o no sea social. Estirar por las mañanas y sentir como los músculos van cediendo; meditar en algún momento del día, sin que eso signifique hacer la “flor de loto”, simplemente, darme algunos minutos al día para reflexionar, sentir y soltar. El sentimiento de amor justo debajo del esternón, en eso que llamamos corazón. Una ducha fría tras un caluroso día, escuchar música agradable al comenzar el día. Conducir con calma y tranquilidad sin pensar en nada. Interactuar mucho de una manera sincera, mirar a los ojos cuando alguien se abre a ti. Agarrar las manos en momentos desoladores y apoyar en silencio.
Me gustan las “molestias” post-ejercicio y ser consciente de que mi cuerpo está lleno de músculos (a veces desconocidos); me gusta reírme a carcajadas con mi hermana cuando la miro y le hago alguna payasada. Me gusta que alguien me mire y me sonría, aunque aparentemente no exista motivo. Me gusta hablar con personas conversadoras sobre “filosofadas” y maneras de ver la vida. Me gusta escuchar la palabra GRACIAS, venga de quién venga y en cualquier contexto. Me gusta querer y dejarme querer.
La sintonía de la serie Dexter, el olor a especias de la tierra de mis padres cuando se abre la puerta del avión, el acento de los canarios cuando llevo tiempo fuera, imaginarme la vida de personas en las cafeterías o aeropuertos, ver un parto en directo, los sábados, los zumos de frutas una tarde cualquiera; ir a por mis sueños, las jornadas agotadoras, el movimiento…
El olor de la piel “recién estrenada” de un bebé, celebrar éxitos y logros de alguien a quien quiero, recibir buenas noticias, hacer cosas que nunca he hecho pero que siempre he querido hacer, la adrenalina que siento cuando me enfrento a mis miedos y la paz posterior; cantar en el coche como si se me fuera la vida en ello, mirarme al espejo y verme los ojos brillar, pintarme los labios de rojo, un masaje en un hamman, jugar como una niña y darme cuenta de que parte de mi esencia sigue conmigo; escuchar un idioma “extraño”, desayunar sola y en silencio, hablar conmigo misma, reírme cuando me viene a la mente algún recuerdo. Me gusta cruzarme con alguien por la calle y de repente cerrar los ojos porque deja un halo a perfume “recuerda momentos”. El olor a tierra mojada, el aire limpio del campo, leer algo interesante, ver patochadas en la televisión una noche cualquiera.
Me gusta la gente valiente, las personas con luz y alegría, las personas tolerantes y respetuosas con las decisiones de los otros, me gusta rodearme de personas con sentido del humor, me gusta encontrarme con personas con un toque de sarcasmo y acidez, me gusta frivolizar sobre temas aparentemente importantes, sólo por quitarle hierro al asunto; me gustan los atardeceres en cualquier playa del mundo, la ropa cómoda y colorida, las cosas sencillas de la vida…
Me gustan los martes y jueves cuando me adentro en el mundo introspectivo del Yoga. Me gustan los paseos por la playa, el sonido cuando me sumerjo debajo del agua, el sabor de los labios a sal en verano, el pelo alborotado, ir ligera y cómoda durante el resto del año, celebrar las fechas navideñas con frío y el olor a brasa, pasear por Ikea e imaginarme diferentes casas, soñar despierta, crearme historias en la cabeza mientras alguien me aburre con alguna conversación, los almuerzos domingueros con la esperada visita de mi hermano mayor, las risas que me pego con mi madre cuando bromeamos sobre algo, pero sobretodo, lo que más me gusta hacer, es VIVIR.

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