Tenía 34 años cuando llego a mis oidos el Metodo Silva de Control de la Mente, se trataba de un seminario que había que dedicarle dos fines de semana, había una introducción en un sábado gratuita y si quería proseguir tenias que pagar un importe que no recuerdo ahora, pero sí que fue un regalo, ya que mi vida laboral sobre todo dio impulso hacia delante inverosímil. El seminario se trataba de funciones, totalmente programadas una tras otra, sin casi descanso, lo curioso es que lo podías dejar el domingo a las 11 horas (por ejemplo) ya que tenias una boda u otro quehacer y podías volver a incorporarte otro seminario en el mismo día de la semana y a la misma hora y continuarlo.
Los temas eran muy diversos, comenzaba con la memoria y la monitora (extraordinaria) iba preguntando palabras y las iba anotando en la pizarra enorme hasta completarla, después de espaldas a la misma debíamos decir el lugar que ocupaban y ella las repetí de inmediato y nos prometio que nos enseñaria a conseguirlo nosotros mismos, nos dejo estupefactos, después toco el tema de relajación, y yo que había leído mucho sobre el mismo, pude relajarme por primera vez en mi vida y hoy lo sigo utilizando para meditar. Otro tema es que me enseñaron es el del 80/20, se trata de que el 80 por ciento de nuestros objetivos los conseguimos con el 20% (de nuestros clientes por ejemplo) y todo así en la vida y me ayudó enormemente en mi vida laboral, descubrí que enfocando el 80% de mi esfuerzo en el 20% me daban mejores resultados, hubo un salto cuantitativo en mis resultados, mis resultados se dispararon al éxito, me daba cuenta que en los Congresos se me hacía pasar al frente por la dirección para que explicara cómo lograba mis extraordinarios resultados, que a la vez me significaban mucho dinero y sobresalir en los listados de resultados de una manera escandalosa, hasta hizo que mi jefe se sintiera celoso ya que el llevaba media España con doce comerciales y yo vendía la cuarta parte de su facturación.
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