De mi vida, de lo que me gusta y de la hermosa gente que comparte escenario conmigo
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martes, julio 31, 2018
Abbe Lane Y Xabier Cugat - Me lo dijo Adela - Susana y yo - (1957)_2
Hace muchos años coincidí en el aeropuerto Barcelona que su Rolls lo estaba esperando en uno de sus viajes a su ciudad natal
lunes, julio 30, 2018
sábado, julio 28, 2018
viernes, julio 27, 2018
jueves, julio 26, 2018
"Ahora puedo decirte que tomé la decisión correcta, sin embargo no hay un día que pase sin arrepentirme de no haber tomado una opción diferente". Seven
Era feliz, muy feliz...Cómo llegó todo a acabar en tristeza?
Tumbado, acompañado únicamente de su dolor, llora y anhela un pasado.No quería, no podía vivir pensando que había tenido en sus manos algo tan especial y maravilloso. Algo que no sólo él era capaz de ver.
Trae a la memoria momentos que desearía cambiar. Hacer y deshacer para poder vivir lo que nunca logró tener. Por qué no hizo aquello o dijo eso otro, por qué no tuvo ese detalle
Tumbado, acompañado únicamente de su dolor, llora y anhela un pasado.No quería, no podía vivir pensando que había tenido en sus manos algo tan especial y maravilloso. Algo que no sólo él era capaz de ver.
Trae a la memoria momentos que desearía cambiar. Hacer y deshacer para poder vivir lo que nunca logró tener. Por qué no hizo aquello o dijo eso otro, por qué no tuvo ese detalle
Ese frío intenso le reconfortaba, le hacía sentirse vivo. No quería volver a casa, prefería quedarse en el banco acompañado del viento y sus pensamientos. Siguió ahí sentado durante horas recordando cada gesto y palabra perdida en el tiempo. Aún la quiero, pensaba. A pesar de todo, a pesar de tanto... Aún sigo viendo en ella lo que me hizo sentir que era ELLA y no otra.
miércoles, julio 25, 2018
martes, julio 24, 2018
Frases imposibles
“Lo triste no es morir, lo triste es que la gente no sepa vivir.” El Guerrero Pacífico.
“¿Existe alguna escapatoria para aquellos que estamos atrapados en los laberintos de nuestra propia mente?.” Catherine Fisher.
“Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años tan sólo arrugan la piel pero el miedo arruga el alma.” Facundo Cabral.
“Toda esa gente, ¿qué hace?, ¿en qué piensa?. Todos vamos a morir, todos y cada uno de nosotros. ¡Menudo circo!. Debería bastar con eso para que nos amáramos los unos a los otros, pero no es así. Nos aterrorizan y nos aplastan las trivialidades, nos devora la nada.” Charles Bukowsky.
“Tengo la sensación de que la vida está detrás de una cortina, riéndose a carcajadas de nuestros esfuerzos por conocerla. Pero yo quiero conocerla.” José Saramago.
“Lo extraño es que no sólo llueve afuera, otra lluvia enigmática y sin agua nos toma por sorpresa. Llueve en el corazón, llueve en el alma.” Mario Benedetti.
“Hasta que la realidad le enseñó que el futuro no era como lo soñaba y descubrió la nostalgia.” Gabriel García Márquez.
“Sin fé, que triste un final sin fé, cansado ya de perder, pensando lo que la vida pudo haber sido y no fue.” Los Suaves.
“Y los días no están lo bastante llenos, y las noches no están lo bastante llenas, y la vida se desliza como un ratón de campo, sin mover la hierba.” Ezra Pound.
“Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en el sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación. Matar al que eres es entonces una forma posible de inmortalidad, la única resurreción que está al alcance de nuestra mano.” Rafael Algullol.
“También los sueños, que parecen no ser de este mundo, necesitan alimentarse de sensaciones, de otro modo su sangre y su intensidad pierden brillo.” Stefan Zweig.
“Y mi casa vuelve a arder, con todos mis trastos dentro, todos mis recuerdos, todas mis ilusiones, toda mi vida…vacía de sensaciones.” Estopa.
“El infierno es vivir día a día sin saber el motivo de tu existencia.” Sin City.
“-Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?. -No. Sí. Ya se arreglará. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas. -Ya, es que aún no sé lo que quiero ser.” Lost in translation.
“Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad.” Bernard Le Bouvier.
“A veces sueñas demasiado, tanto que lo real no importa, sientes que los días te transportan y te sientes sólo, apagado, como esta ciudad maldita que te incita suplicarle a quienes más te quitan.” Nach.
“Últimamente se había sentido cansado en general. Cansado de la gente, cansado de los libros, de la televisión y de las canciones de la radio que sonaban exactamente igual que hace unos años. Cansado de desear que las cosas adquirieran algún sentido.” Dennis Lehane.
“Quizás nuestras viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerden dónde hemos estado y que hemos superado. Son lecciones de que evitar en el futuro o eso es lo que nos gusta pensar, porque lo cierto es que algunas cosas tenemos que aprenderlas una, otra y otra vez.” Anatomía de Grey.
“Nosotros deberíamos aclarle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan, pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando.” Marcelo Bielsa.
“Hay tantas cosas que quiero hacer…Viajar, coger una mochila y vivir experiencias. Ver mundo. Quiero que me de tiempo a averiguar quién soy yo, saber lo que me gusta, hacer y probar cosas, y salir ya de mis pensamientos.” Siete almas.
“Maduramos, crecemos, envejecemos, pero en general seguimos siendo unos chiquillos corriendo por el parque que buscan desesperadamente encajar. Y nos esperanzamos contra toda lógica, contra todo lo que nos dice la experiencia. Como niños nunca dejamos de albergar esperanzas.” Anatomía de Grey.
“Cuando uno es joven se cree que habrá mucha gente con la que conectará. Luego uno se da cuenta de que sólo pasa algunas veces.” Antes del atardecer.
“Ojalá la vida fuese así, ojalá hubiese un detergente para las manchas de humedad que deja la tristeza.” Santiago Rocagliolo.
“Todos los hombres viven estos momentos difíciles. Para los de nivel general, este es el punto de la existencia en el que surge la máxima oposición entre el avance de la propia vida y el mundo circunyacente, el punto en el que se hace más duro conquistar el camino que conduce hacía delante. Muchos hay que sólo esta vez en la vida pasan por aquel morir y renacer que es nuestro destino, sólo esta vez, cuando todo lo que hemos llegado a amar quiere abandonarnos y sentimos en nosotros la soledad y el frío mortal de los espacios infinitos. Y hay también muchos que embarrancan para siempre en estos escollos y permanecen toda su vida dolorosamente adheridos a un pasado sin retorno, al sueño del paraíso perdido, el peor y el más asesino de los sueños.” Hermann Hesse.
“¿Existe alguna escapatoria para aquellos que estamos atrapados en los laberintos de nuestra propia mente?.” Catherine Fisher.
“Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años tan sólo arrugan la piel pero el miedo arruga el alma.” Facundo Cabral.
“Toda esa gente, ¿qué hace?, ¿en qué piensa?. Todos vamos a morir, todos y cada uno de nosotros. ¡Menudo circo!. Debería bastar con eso para que nos amáramos los unos a los otros, pero no es así. Nos aterrorizan y nos aplastan las trivialidades, nos devora la nada.” Charles Bukowsky.
“Tengo la sensación de que la vida está detrás de una cortina, riéndose a carcajadas de nuestros esfuerzos por conocerla. Pero yo quiero conocerla.” José Saramago.
“Lo extraño es que no sólo llueve afuera, otra lluvia enigmática y sin agua nos toma por sorpresa. Llueve en el corazón, llueve en el alma.” Mario Benedetti.
“Dime dónde estabas cuando la ansiedad me ahogaba, cuando cada pensamiento provocaba arcadas y temblaba cada poro de mi piel. Sin nadie que me dijera, tranquilo todo irá bien. Tú no estuviste allí, no viste mi mitad triste ni mis despistes.” Nach.
“La sangre me ardía en las venas cuando pensaba en aquel mundo inmenso que vivía la vida mientras yo seguía aquí.” Irene Nemirovsky.
“Hasta que la realidad le enseñó que el futuro no era como lo soñaba y descubrió la nostalgia.” Gabriel García Márquez.
“Sin fé, que triste un final sin fé, cansado ya de perder, pensando lo que la vida pudo haber sido y no fue.” Los Suaves.
“Y los días no están lo bastante llenos, y las noches no están lo bastante llenas, y la vida se desliza como un ratón de campo, sin mover la hierba.” Ezra Pound.
“Perderse, desaparecer, cambiar de identidad, renacer con otro nombre. He tenido esa tentación muchas veces, deambulando por las calles de mi ciudad e incluso sentado en el sillón de mi casa. En todos los casos he experimentado el goce de tomar otro rumbo radicalmente distinto, aunque sólo fuera con la imaginación. Matar al que eres es entonces una forma posible de inmortalidad, la única resurreción que está al alcance de nuestra mano.” Rafael Algullol.
“También los sueños, que parecen no ser de este mundo, necesitan alimentarse de sensaciones, de otro modo su sangre y su intensidad pierden brillo.” Stefan Zweig.
“Y mi casa vuelve a arder, con todos mis trastos dentro, todos mis recuerdos, todas mis ilusiones, toda mi vida…vacía de sensaciones.” Estopa.
“El infierno es vivir día a día sin saber el motivo de tu existencia.” Sin City.
“-Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?. -No. Sí. Ya se arreglará. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas. -Ya, es que aún no sé lo que quiero ser.” Lost in translation.
“Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad.” Bernard Le Bouvier.
“A veces sueñas demasiado, tanto que lo real no importa, sientes que los días te transportan y te sientes sólo, apagado, como esta ciudad maldita que te incita suplicarle a quienes más te quitan.” Nach.
“Últimamente se había sentido cansado en general. Cansado de la gente, cansado de los libros, de la televisión y de las canciones de la radio que sonaban exactamente igual que hace unos años. Cansado de desear que las cosas adquirieran algún sentido.” Dennis Lehane.
“Quizás nuestras viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerden dónde hemos estado y que hemos superado. Son lecciones de que evitar en el futuro o eso es lo que nos gusta pensar, porque lo cierto es que algunas cosas tenemos que aprenderlas una, otra y otra vez.” Anatomía de Grey.
“Nosotros deberíamos aclarle a la mayoría que el éxito es una excepción. Los seres humanos de vez en cuando triunfan, pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando.” Marcelo Bielsa.
“Hay tantas cosas que quiero hacer…Viajar, coger una mochila y vivir experiencias. Ver mundo. Quiero que me de tiempo a averiguar quién soy yo, saber lo que me gusta, hacer y probar cosas, y salir ya de mis pensamientos.” Siete almas.
“Maduramos, crecemos, envejecemos, pero en general seguimos siendo unos chiquillos corriendo por el parque que buscan desesperadamente encajar. Y nos esperanzamos contra toda lógica, contra todo lo que nos dice la experiencia. Como niños nunca dejamos de albergar esperanzas.” Anatomía de Grey.
“Cuando uno es joven se cree que habrá mucha gente con la que conectará. Luego uno se da cuenta de que sólo pasa algunas veces.” Antes del atardecer.
“Ojalá la vida fuese así, ojalá hubiese un detergente para las manchas de humedad que deja la tristeza.” Santiago Rocagliolo.
“Todos los hombres viven estos momentos difíciles. Para los de nivel general, este es el punto de la existencia en el que surge la máxima oposición entre el avance de la propia vida y el mundo circunyacente, el punto en el que se hace más duro conquistar el camino que conduce hacía delante. Muchos hay que sólo esta vez en la vida pasan por aquel morir y renacer que es nuestro destino, sólo esta vez, cuando todo lo que hemos llegado a amar quiere abandonarnos y sentimos en nosotros la soledad y el frío mortal de los espacios infinitos. Y hay también muchos que embarrancan para siempre en estos escollos y permanecen toda su vida dolorosamente adheridos a un pasado sin retorno, al sueño del paraíso perdido, el peor y el más asesino de los sueños.” Hermann Hesse.
lunes, julio 23, 2018
sábado, julio 21, 2018
viernes, julio 20, 2018
martes, julio 17, 2018
La Graciosa: ¿qué hacer en una isla en la que la idea es no hacer nada?
La isla canaria es un pequeño lugar escondido que enamora, un paraíso a tan solo tres horas de Madrid. Con razón es considerada el secreto mejor guardado de Las Canarias. Si quieres desconectar de verdad, sentir el latir de la tierra y el mar, recuperar la serenidad de una vida en la que siempre vamos demasiado rápido, La Graciosa es tu destino.
Las fotos que harán que quieras mudarte a las Islas Canarias
Las Islas Canarias son el auténtico paraíso. Vivir en uno de sus rincones es sinónimo de calidad de vida. Playas paradisiacas, montes salpicados de tranquilos pueblecitos blancos, paisajes volcánicos de película y una gastronomía donde no faltan las papas, el mojo picón y el buen pescado, convierten este archipiélago en un lugar perfecto para viajar este año (y sin billete de vuelta). Nosotros lo hacemos
domingo, julio 15, 2018
10 trucos avalados por terapeutas para lidiar con la ansiedad
1. Congela tu ansiedad
La psicoterapeuta Sheri Heller recomienda "apagar" el estrés.
Aconseja meter las manos en agua fría con hielo o echarte un poco de esta agua por la cara. "La estimulación sensorial con agua fría puede desarmar los sentimientos disociativos que suelen surgir con la ansiedad y puede aliviar de forma instantánea los efectos que provoca un nivel alto de cortisol", explica.
La psicoterapeuta Sheri Heller recomienda "apagar" el estrés.
Aconseja meter las manos en agua fría con hielo o echarte un poco de esta agua por la cara. "La estimulación sensorial con agua fría puede desarmar los sentimientos disociativos que suelen surgir con la ansiedad y puede aliviar de forma instantánea los efectos que provoca un nivel alto de cortisol", explica.
2. Aprieta los puños
Aunque hacer ejercicio es una forma estupenda de aliviar la ansiedad, no es muy realista salir a correr cuando estás sufriendo un ataque de pánico. No obstante, realizar algunas actividades físicas, aunque sean cosas tan simples como contraer y relajar algunas partes de tu cuerpo, puede surtir un efecto positivo, según la terapeuta Nicole O-Pries.
"Coloca las manos sobre las piernas o a un lado. Aprieta los puños como si estuvieras muy enfadado, tan fuerte como puedas. Respira hondo y relaja las manos un poco al final de la respiración. Sigue respirando hondo y relajando las manos poco a poco hasta que estén completamente abiertas. Ahora estira los dedos hacia fuera tanto como puedas. Siente tu cuerpo y cómo se alivian los focos de ansiedad que notabas antes".
Aunque hacer ejercicio es una forma estupenda de aliviar la ansiedad, no es muy realista salir a correr cuando estás sufriendo un ataque de pánico. No obstante, realizar algunas actividades físicas, aunque sean cosas tan simples como contraer y relajar algunas partes de tu cuerpo, puede surtir un efecto positivo, según la terapeuta Nicole O-Pries.
"Coloca las manos sobre las piernas o a un lado. Aprieta los puños como si estuvieras muy enfadado, tan fuerte como puedas. Respira hondo y relaja las manos un poco al final de la respiración. Sigue respirando hondo y relajando las manos poco a poco hasta que estén completamente abiertas. Ahora estira los dedos hacia fuera tanto como puedas. Siente tu cuerpo y cómo se alivian los focos de ansiedad que notabas antes".
3. Repite una frase relajanteCarol Howe, psicoterapeuta espiritual, explica que, cuando el organismo sufre estrés, hay que abordar el malestar físico antes de intentar calmarse.
"Respira profundamente tres veces como mínimo, inspirando por la nariz y espirando por la boca. Tranquilízate diciendo: 'Estoy a salvo y me siento querido'". Repítelo tres veces y deberías empezar a sentirte bien.
"Respira profundamente tres veces como mínimo, inspirando por la nariz y espirando por la boca. Tranquilízate diciendo: 'Estoy a salvo y me siento querido'". Repítelo tres veces y deberías empezar a sentirte bien.
4. Concédete permiso para sentir ansiedad
Sí, has leído bien. A veces, cuanto más intentas combatir la ansiedad, más empeora, según Carol Howe. En vez de eso, acepta que estás sufriendo ansiedad y concédete permiso para sentirte mal.
"Sé que suena intimidante, pero la ansiedad se aferra cuando nos resistimos a ella. Puede, literalmente, atravesarnos y salir de nosotros en el momento en el que decidimos permitirle el paso", explica.
Sí, has leído bien. A veces, cuanto más intentas combatir la ansiedad, más empeora, según Carol Howe. En vez de eso, acepta que estás sufriendo ansiedad y concédete permiso para sentirte mal.
"Sé que suena intimidante, pero la ansiedad se aferra cuando nos resistimos a ella. Puede, literalmente, atravesarnos y salir de nosotros en el momento en el que decidimos permitirle el paso", explica.
5. Deja que fluyan las lágrimasLlorar también puede ser útil, según Sheri Heller. Los estudios demuestran que llorar puede ser terapéutico y es a menudo una señal de que hay emociones que necesitan ser liberadas.
"A menudo, la ansiedad es una reacción a una tristeza atrapada o reprimida. En esos casos, concederte permiso para llorar de forma consciente puede ser la catarsis que necesitas para relajar el sistema nervioso", asegura.
"A menudo, la ansiedad es una reacción a una tristeza atrapada o reprimida. En esos casos, concederte permiso para llorar de forma consciente puede ser la catarsis que necesitas para relajar el sistema nervioso", asegura.
6. Deja las redes sociales durante una temporada
Quienes sufren ansiedad a menudo pueden sentirse superados por las expectativas externas, como puede ser la búsqueda de la foto perfecta para las redes sociales. La psicoterapeuta Lauren Rose recomienda a la gente que sufre ansiedad que se olviden de las redes durante un tiempo.
"Las redes sociales ―y el Internet en general― a menudo intensifican la ansiedad y el miedo, a veces debido a un encuentro con información errónea o irrelevante con respecto a una situación determinada", advierte. Sin embargo, no todo lo relacionado con Internet es negativo. Existen grupos de apoyo en línea que pueden ayudar a quienes sufren ansiedad a no sentirse tan solos, añade Lauren Rose.
Quienes sufren ansiedad a menudo pueden sentirse superados por las expectativas externas, como puede ser la búsqueda de la foto perfecta para las redes sociales. La psicoterapeuta Lauren Rose recomienda a la gente que sufre ansiedad que se olviden de las redes durante un tiempo.
"Las redes sociales ―y el Internet en general― a menudo intensifican la ansiedad y el miedo, a veces debido a un encuentro con información errónea o irrelevante con respecto a una situación determinada", advierte. Sin embargo, no todo lo relacionado con Internet es negativo. Existen grupos de apoyo en línea que pueden ayudar a quienes sufren ansiedad a no sentirse tan solos, añade Lauren Rose.
7. Saca partido de tus alrededoresNo pensar en tus síntomas es un consejo muy poco serio. ¿Cómo no vas a pensar en esos momentos como si el mundo entero se te viniera encima? Eso sí, distraer la mente concentrándote en alguna cosa concreta que tengas delante de ti puede ayudarte a evitar que entres en una espiral que te haga perder el control, según señala Julia Colangelo, trabajadora social certificada.
"Cuenta la cantidad de colores, números u objetos que hay en la habitación. Si sientes que te invade el pánico, esta puede ser una forma de tranquilizarte y gestionar el estrés y la ansiedad, además sin prestarle atención", comenta.
"Cuenta la cantidad de colores, números u objetos que hay en la habitación. Si sientes que te invade el pánico, esta puede ser una forma de tranquilizarte y gestionar el estrés y la ansiedad, además sin prestarle atención", comenta.
8. Pon por escrito tus sentimientosPoner por escrito tus preocupaciones y los desencadenantes de tu ansiedad puede ayudar a gestionar los síntomas y a luchar contra la negatividad que se asocia con la ansiedad, según la asesora Karen Whitehead.
"Escribe dos o tres palabras o temas que describan tus mayores preocupaciones en este momento. Ve uno por uno y pregúntate si es un hecho o si es impresión tuya. A veces, lo que parece 100% cierto en un momento es en realidad una impresión, y cuando lo reconocemos como lo que es, somos capaces de reducir su intensidad", expone.
"Escribe dos o tres palabras o temas que describan tus mayores preocupaciones en este momento. Ve uno por uno y pregúntate si es un hecho o si es impresión tuya. A veces, lo que parece 100% cierto en un momento es en realidad una impresión, y cuando lo reconocemos como lo que es, somos capaces de reducir su intensidad", expone.
9. Haz frente a lo que te está provocando esa ansiedadSuena contradictorio, pero es una de las estrategias más efectivas. Robert Duff, psicólogo certificado y autor de Hardcore Self Help: F**k Anxiety, indica que es importante enfrentarse a los miedos específicos que tiene cada uno y no recurrir a trucos para evitarlos.
La ansiedad se alimenta de la evasión. Cuando sientes ansiedad por una situación en concreto, una de las reacciones más comunes es intentar no pensar en ella. Aunque por lógica parezca que estas situaciones no suponen ningún peligro, la ansiedad te hace sentir como si acabaras de esquivar una bala al evitar la situación inquietante en vez de abrirte paso, y eso solo hace que la ansiedad se intensifique".
Cuando te encuentras en una situación que puede llegar a provocarte ansiedad, intenta no retroceder. "Desafíate a aguantar 5 minutos. Prácticamente todo se puede soportar durante 5 minutos. Si aún puedes soportarlo después de esos 5 minutos, sigue hasta 10, luego hasta 15, etc. Al final, tu organismo se regulará solo y las sensaciones de ansiedad que tienes se volverán más sencillas de tolerar. Pero cuidado: lo más recomendable es realizar esto bajo la supervisión de un terapeuta, advierte Robert Duff.
La ansiedad se alimenta de la evasión. Cuando sientes ansiedad por una situación en concreto, una de las reacciones más comunes es intentar no pensar en ella. Aunque por lógica parezca que estas situaciones no suponen ningún peligro, la ansiedad te hace sentir como si acabaras de esquivar una bala al evitar la situación inquietante en vez de abrirte paso, y eso solo hace que la ansiedad se intensifique".
Cuando te encuentras en una situación que puede llegar a provocarte ansiedad, intenta no retroceder. "Desafíate a aguantar 5 minutos. Prácticamente todo se puede soportar durante 5 minutos. Si aún puedes soportarlo después de esos 5 minutos, sigue hasta 10, luego hasta 15, etc. Al final, tu organismo se regulará solo y las sensaciones de ansiedad que tienes se volverán más sencillas de tolerar. Pero cuidado: lo más recomendable es realizar esto bajo la supervisión de un terapeuta, advierte Robert Duff.
10. Busca ayuda profesionalContar con la ayuda de algún terapeuta y tratar estos problemas con un profesional de la salud mental puede ser muy beneficioso y mantenerte a salvo de que el problema se acreciente y provoque comportamientos ansiosos más peligrosos, comenta la asesora certificada Heidi McBain.
"Ver a un terapeuta especializado en ansiedad puede ayudar a quienes los sufren a superar las tendencias nocivas que dominan su vida y a asimilar nuevas formas más sanas de lidiar con la ansiedad", asegura.
Aunque sentir ansiedad no es algo que puedas controlar siempre, cuidar tu salud física y mental puede reducir las probabilidades de que el problema te desborde. Comer bien, hacer ejercicio y descansar el tiempo suficiente, además de tener cuidado de cómo te hablas a ti mismo, son formas de ayudar a resistir mejor los sentimientos y pensamientos negativos
"Ver a un terapeuta especializado en ansiedad puede ayudar a quienes los sufren a superar las tendencias nocivas que dominan su vida y a asimilar nuevas formas más sanas de lidiar con la ansiedad", asegura.
Aunque sentir ansiedad no es algo que puedas controlar siempre, cuidar tu salud física y mental puede reducir las probabilidades de que el problema te desborde. Comer bien, hacer ejercicio y descansar el tiempo suficiente, además de tener cuidado de cómo te hablas a ti mismo, son formas de ayudar a resistir mejor los sentimientos y pensamientos negativos
17 preguntas interesantes que deberías hacer/haber hecho a tus padres
1. Cuando eras pequeño, ¿qué querías ser de mayor?
2. ¿Ha habido alguna ocasión en la que no defendieras a alguien o alguna causa y ahora desearías haberlo hecho? ¿Por qué no lo hiciste en ese momento?
3. ¿Cómo ha cambiado a lo largo de tu vida tu concepto de lo que significa ser un hombre?
4. ¿Hay algo que te dijeran tus padres cuando eras pequeño y que ha acabado siendo cierto?
5. ¿Cuáles eran tus mayores inseguridades cuando ibas al instituto?
6. ¿Estás ahora mismo como pensabas que estarías a estas alturas de tu vida?
7. ¿Cuál fue la primera vez que hirieron tus sentimientos? ¿Quién lo hizo y qué pasó?
8. ¿Quién fue la primera persona a la que le dijiste "te quiero" en un contexto romántico? ¿Correspondió a tu declaración?
9. (Si tus padres están casados) ¿En qué momento te diste cuenta de que te querías casar con mamá/papá?
10. Si pudieras cenar con tres personas famosas, estén vivas o muertas, ¿quiénes serían?
11. ¿Cómo solían ser tus viernes por la noche cuando tenías 17 años?
12. ¿Hay algo que siempre quisieras hacer pero nunca tuviste ocasión?
13. ¿En qué momentos te sientes o te has sentido más feliz?
14. ¿Qué habilidad consideras que está subestimada y todo el mundo debería tener?
15. ¿Cuál es el mejor regalo que has recibido?
16. ¿Cuál ha sido tu edad favorita hasta ahora y por qué?
17. ¿Cómo querrías que te recordara la gente?
2. ¿Ha habido alguna ocasión en la que no defendieras a alguien o alguna causa y ahora desearías haberlo hecho? ¿Por qué no lo hiciste en ese momento?
3. ¿Cómo ha cambiado a lo largo de tu vida tu concepto de lo que significa ser un hombre?
4. ¿Hay algo que te dijeran tus padres cuando eras pequeño y que ha acabado siendo cierto?
5. ¿Cuáles eran tus mayores inseguridades cuando ibas al instituto?
6. ¿Estás ahora mismo como pensabas que estarías a estas alturas de tu vida?
7. ¿Cuál fue la primera vez que hirieron tus sentimientos? ¿Quién lo hizo y qué pasó?
8. ¿Quién fue la primera persona a la que le dijiste "te quiero" en un contexto romántico? ¿Correspondió a tu declaración?
9. (Si tus padres están casados) ¿En qué momento te diste cuenta de que te querías casar con mamá/papá?
10. Si pudieras cenar con tres personas famosas, estén vivas o muertas, ¿quiénes serían?
11. ¿Cómo solían ser tus viernes por la noche cuando tenías 17 años?
12. ¿Hay algo que siempre quisieras hacer pero nunca tuviste ocasión?
13. ¿En qué momentos te sientes o te has sentido más feliz?
14. ¿Qué habilidad consideras que está subestimada y todo el mundo debería tener?
15. ¿Cuál es el mejor regalo que has recibido?
16. ¿Cuál ha sido tu edad favorita hasta ahora y por qué?
17. ¿Cómo querrías que te recordara la gente?
sábado, julio 14, 2018
jueves, julio 12, 2018
Para no olvidar
1. Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea.
2. No tomes decisiones cuando estés enojado.
3. Cuida tu postura física.
4. Nunca hables de negocios en un elevador.
5. No pagues un trabajo hasta que esté concluido.
6. Cuídate de quien no tenga nada que perder.
7. Aprende a decir “no” con cortesía y presteza.
8. No esperes que la vida sea justa.
9. No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.
10. Sé atrevido y valiente.
11. No aplaces las cosas. Haz lo que es preciso en el momento preciso.
12. No temas decir “no sé”.
13. No temas decir “lo siento”.
14. Elogia a tres personas cada día.
15. Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.
16. Mira a los ojos a las personas.
17. Di “por favor” con frecuencia.
18. Gasta menos de lo que ganas.
19. Trata como quisieras que te trataran.
20. Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.
21. Guarda los secretos.
22. Reconoce tus errores.
23. Sé valiente; si no lo eres, finge serlo; nadie advierte la diferencia.
24. Utiliza las tarjetas de crédito solo por comodidad, nunca por el crédito.
25. No engañes.
26. Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy quedo a la puerta.
27. Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir, llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.
28. Haz oídos sordos a los malos comentarios.
29. Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar el mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.
30. Cuando entres a algún lado, el que sea, hazlo con determinación y confianza.
31. Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con él una limonada.
32. Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.
33. Recuerda los cumpleaños de los demás.
34. Canta en la regadera.
35. Utiliza el dinero ahorrado.
36. Presta sólo los libros que no te importa recuperar.
37. Elige con mucho cuidado al compañero (a) de tu vida. De esta única decisión se derivará el 90% de tu felicidad.
2. No tomes decisiones cuando estés enojado.
3. Cuida tu postura física.
4. Nunca hables de negocios en un elevador.
5. No pagues un trabajo hasta que esté concluido.
6. Cuídate de quien no tenga nada que perder.
7. Aprende a decir “no” con cortesía y presteza.
8. No esperes que la vida sea justa.
9. No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.
10. Sé atrevido y valiente.
11. No aplaces las cosas. Haz lo que es preciso en el momento preciso.
12. No temas decir “no sé”.
13. No temas decir “lo siento”.
14. Elogia a tres personas cada día.
15. Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.
16. Mira a los ojos a las personas.
17. Di “por favor” con frecuencia.
18. Gasta menos de lo que ganas.
19. Trata como quisieras que te trataran.
20. Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.
21. Guarda los secretos.
22. Reconoce tus errores.
23. Sé valiente; si no lo eres, finge serlo; nadie advierte la diferencia.
24. Utiliza las tarjetas de crédito solo por comodidad, nunca por el crédito.
25. No engañes.
26. Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy quedo a la puerta.
27. Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir, llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.
28. Haz oídos sordos a los malos comentarios.
29. Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar el mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.
30. Cuando entres a algún lado, el que sea, hazlo con determinación y confianza.
31. Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con él una limonada.
32. Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.
33. Recuerda los cumpleaños de los demás.
34. Canta en la regadera.
35. Utiliza el dinero ahorrado.
36. Presta sólo los libros que no te importa recuperar.
37. Elige con mucho cuidado al compañero (a) de tu vida. De esta única decisión se derivará el 90% de tu felicidad.
miércoles, julio 11, 2018
Fotos de una época
A los dos días de estar en España, en el bar "Los amigos" en Colloto (Asturias)
Con los jefes de Sweda en Uruguay
En Ushuaia la última ciudad antes de la Antártida
Mi primera foto carnet en España (para el permiso de conducir)
martes, julio 10, 2018
lunes, julio 09, 2018
Los mejores proverbios chinos para reflexionar.
No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
Nadie es buen juez en su propia causa.
Al mejor cazador se le va la liebre.
Lo que está hecho no puede ser deshecho.
Los señores se pelean y el siervo paga los platos rotos.
La felicidad y la desgracia vienen de la mano.
El que hace el daño es quien debe repararlo.
Quien siembra vientos recoge tempestades.
Únete a los buenos, y serás uno de ellos; no te acompañes con malos porque acrecentarás el número.
La experiencia es la madre de la ciencia.
Un error momentáneo llega a ser un remordimiento eterno.
Conocer a los otros no es más que ciencia; conocerse a sí mismo es inteligencia.
Después de vivir largo tiempo juntos, los animales acaban por amarse y los hombres por odiarse.
El sabio convive con la gente sin criticar; el necio critica sin convivir.
¿Por qué escribo?
Gente que visita este blog y a la cual estoy muy agradecido me pregunta por qué lo hago, por qué escribo. Quieren saber el sentido de este confesionario de sueños, ilusiones y desencantos.
El caso es que lo estuve dando vueltas y por más que lo intenté la única conclusión a la que llegué es que no tengo ni la menor idea.
Simplemente lo hago.
Si la tristeza me visita (cada vez más a menudo)supongo que escribo para intentar aliviar las penas y calmar mi desazón. Para que el papel se encargue de absorber tantas lágrimas derramadas en batallas perdidas, amores y desengaños.
Si estoy alegre lo hago para hacerle saber a los que me rodean lo maravillosa que puede ser la vida. Al fin y al cabo creo ciegamente cuando dicen que la felicidad sólo es real si es compartida.
Si estoy cabreado también escribo, aunque sólo sea para sacar toda la rabia de mi interior, especialmente cuando se va acumulando y voy sintiendo como me corroe por dentro.
El caso es que lo estuve dando vueltas y por más que lo intenté la única conclusión a la que llegué es que no tengo ni la menor idea.
Simplemente lo hago.
Si la tristeza me visita (cada vez más a menudo)supongo que escribo para intentar aliviar las penas y calmar mi desazón. Para que el papel se encargue de absorber tantas lágrimas derramadas en batallas perdidas, amores y desengaños.
Si estoy alegre lo hago para hacerle saber a los que me rodean lo maravillosa que puede ser la vida. Al fin y al cabo creo ciegamente cuando dicen que la felicidad sólo es real si es compartida.
Si estoy cabreado también escribo, aunque sólo sea para sacar toda la rabia de mi interior, especialmente cuando se va acumulando y voy sintiendo como me corroe por dentro.
Como apreciar lo que se tiene
Cómo apreciar lo que se tiene
¿POR QUÉ ESPERAR A PERDERLO PARA SABER APRECIAR LO QUE SE TIENE?
U OTRA MALDITA PREGUNTA A LA QUE NUNCA ENCONTRÉ NI RESPUESTA NI SOLUCIÓN.
Probablemente sea el trastorno más común y dañino del planeta, un mal que nos acecha a la mayoría de nosotros y que duele. No vean si duele. Duele como el silencio del amigo ante la acusación de un enemigo o como un puñalada rastrera por la espalda.
Me niego a pensar que no tiene cura, pero que quieren que les diga, nunca aprendo. Hasta que no lo pierdo, no aprendo a valorar de verdad lo que tengo, a apreciar lo que me rodea ni a quienes me rodean.
Es duro, vaya si es duro, reconocer que una maldita frase hecha se encarga de gobernar tu vida, mientras te sientes impotente ante su fortaleza:
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde
Al menos, quién no se consuela es porque no quiere, sé que algo falla en mi y que hay cosas que tengo que cambiar:
Quizás todavía no es demasiado tarde para intentarlo.
Sólo espero que algún día aprenda a saber como apreciar lo que se tiene, porque no vean si duele…
¿POR QUÉ ESPERAR A PERDERLO PARA SABER APRECIAR LO QUE SE TIENE?
U OTRA MALDITA PREGUNTA A LA QUE NUNCA ENCONTRÉ NI RESPUESTA NI SOLUCIÓN.
Probablemente sea el trastorno más común y dañino del planeta, un mal que nos acecha a la mayoría de nosotros y que duele. No vean si duele. Duele como el silencio del amigo ante la acusación de un enemigo o como un puñalada rastrera por la espalda.
Me niego a pensar que no tiene cura, pero que quieren que les diga, nunca aprendo. Hasta que no lo pierdo, no aprendo a valorar de verdad lo que tengo, a apreciar lo que me rodea ni a quienes me rodean.
Es duro, vaya si es duro, reconocer que una maldita frase hecha se encarga de gobernar tu vida, mientras te sientes impotente ante su fortaleza:
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde
Al menos, quién no se consuela es porque no quiere, sé que algo falla en mi y que hay cosas que tengo que cambiar:
SABER APRECIAR DE DÓNDE VENGO
Lo curioso del caso, del mío al menos, es que me sobran los motivos. ¡Vaya si me sobran!. Siempre me consideré un privilegiado, cómo no iba a hacerlo si desde el primer día de mi vida nunca me falto de nada, ni material ni afectivo. Pero ni con esas, aún me sigue costando mucho valorar lo que me rodea.
VALORAR EN SU JUSTA MEDIDA
Ahora que la economía está más de moda que los sentimientos, diría que teniendo en cuenta el valor de mercado de lo que tenía y de lo que tengo, nunca alcancé dicho valor. Es más, de hecho posiblemente ni me acerqué.
Supongo que es hora de cambiar, todavía tengo la esperanza de que ese mal endémico que nos afecta a muchos de nosotros se pueda erradicar. Sacarlo de nuestras vidas y aprender a valorar como se merecen las cosas y a quienes nos rodean.
Lo curioso del caso, del mío al menos, es que me sobran los motivos. ¡Vaya si me sobran!. Siempre me consideré un privilegiado, cómo no iba a hacerlo si desde el primer día de mi vida nunca me falto de nada, ni material ni afectivo. Pero ni con esas, aún me sigue costando mucho valorar lo que me rodea.
VALORAR EN SU JUSTA MEDIDA
Ahora que la economía está más de moda que los sentimientos, diría que teniendo en cuenta el valor de mercado de lo que tenía y de lo que tengo, nunca alcancé dicho valor. Es más, de hecho posiblemente ni me acerqué.
Supongo que es hora de cambiar, todavía tengo la esperanza de que ese mal endémico que nos afecta a muchos de nosotros se pueda erradicar. Sacarlo de nuestras vidas y aprender a valorar como se merecen las cosas y a quienes nos rodean.
Quizás todavía no es demasiado tarde para intentarlo.
Sólo espero que algún día aprenda a saber como apreciar lo que se tiene, porque no vean si duele…
Las Canteras, la mejor playa familiar
La Playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria ha sido elegida como la mejor playa española para familias por la web especializada playea.es, según ha informado el área de promoción de la capital grancanaria en un comunicado.
En este sentido, la decisión ha tenido en cuenta criterios como seguridad, facilidad de acceso, servicios, comodidades y la oferta de ocio y de actividades.
Las Canteras está considerada como una de las mejores playas urbanas del mundo. Utilizada durante 365 días al año, gracias al clima privilegiado de la ciudad, este arenal de tres kilómetros cuenta con 'la barra', un arrecife que provoca que su oleaje sea suave.
Además, y a pesar de encontrarse en el principal destino urbano del archipiélago canario, la playa posee una gran diversidad medioambiental, con más de dos centenares de algas diferentes y con una fauna que se pueden observar practicando snorkel o remando en un kayak transparente. La oferta deportiva incluye también piragüismo, surf o paddle surf.
Mientras, en el paseo marítimo existe una gran oferta de restauración y servicios con restaurantes con comida local, como las típicas papas con mojo, pescados locales, postres elaborados con gofio, etc.
En este sentido, la decisión ha tenido en cuenta criterios como seguridad, facilidad de acceso, servicios, comodidades y la oferta de ocio y de actividades.
Las Canteras está considerada como una de las mejores playas urbanas del mundo. Utilizada durante 365 días al año, gracias al clima privilegiado de la ciudad, este arenal de tres kilómetros cuenta con 'la barra', un arrecife que provoca que su oleaje sea suave.
Además, y a pesar de encontrarse en el principal destino urbano del archipiélago canario, la playa posee una gran diversidad medioambiental, con más de dos centenares de algas diferentes y con una fauna que se pueden observar practicando snorkel o remando en un kayak transparente. La oferta deportiva incluye también piragüismo, surf o paddle surf.
Mientras, en el paseo marítimo existe una gran oferta de restauración y servicios con restaurantes con comida local, como las típicas papas con mojo, pescados locales, postres elaborados con gofio, etc.
domingo, julio 08, 2018
sábado, julio 07, 2018
Carlotita
"Carlotita” es un relato de Antonio Mingote que publico la revista Iberia, de la que fui un asiduo lector, durante mis obligados, largos y constantes vuelos.
Recuerdo que estaba cenando y me atrapo su lectura, su dulzura e intimismo. Aquella noche en el hotel, la volví a leer varias veces y hoy me sigue impactando, a pesar de las muchas decenas de veces que volví a releer las hojas amarillentas que conservo de ese ejemplar de la revista y no puedo evitar revolverme en el asiento cuando lo hago.
CARLOTITA
No siento añoranza, que es, según el diccionario, "recordar con pena"; ni nostalgia, "tristeza melancólica" según el famoso libro. Sigo transitando plácidamente por los viejos escenarios. Persisten los re-cuerdos, buenos y malos, y en ellos me instalo, sosegado y en paz.
Antes que nada recuerdo Daroca en un piso alto de la calle Mayor, desde donde se contempla la parte más vieja de la ciudad, los tejados, las torres; más allá, el monte con la ermita, la muralla en la cresta y, en lo más alto, ¡el castillo! Lo más emocionante, el castillo, ha sido destruido y arrasado siglos atrás; pero mi padre mi padre es un verdadero artista y ejerce como tal en cada momento de su vida- mi padre me hace ver la fortaleza erguida sobre lo que apenas es un muñón sobre la roca. Así que mis primeros recuerdos son un castillo que no está. Pienso ahora si no me habré pasado la vida contemplando castillos que no existen, ejercicio templado y contenido por la serenidad y el buen sentido de mi madre, que desde el amor a su marido me enseñó a reírme de mis castillos y de mí mismo.
Pero si existe, al pie del castillo, la Cueva de la Morica Encantada, abierta entre las rocas que sustentan lo que queda del murallón, un agujero en el piso en rápida pendiente hacia una impenetrable oscuridad que se adivina cegada por las piedras que los hombres y el tiempo han ido acumulando.
La cueva tiene, naturalmente, una apasionante historia de caudillos, moros y cautivas cristianas que mi padre nos repetía a mi hermana y a mí sin cansancio por su parte ni por la nuestra.
Mi recuerdo más lejano es el de una tarde ¿de qué año? Yo apenas tenía siete u ocho. Nos acompañaba en la excursión mi tía Carlota, prima hermana de mi madre que había venido con su hija Carlotita desde Segovia, donde vivían, a pasar el verano con nosotros. Tía Carlota había enviuda do meses atrás y creía, sin duda, que veranear en la recatada Daroca resultaría menos frívolo y mundano que hacerlo en la populosa Segovia.
Tenía Carlotita tres años más que yo y ya se adivinaba, a pesar del severo luto en que iba empaquetada, la preciosa muchacha que iba a ser poco después. A mí me gustaba muchísimo, tan guapa y tan mayor, y ella lo advertía, claro está, y coqueteaba despiadadamente.
Lo primero que hizo la tía Carlota cuando llegamos al pinar, apenas depositada en el suelo la cesta de la merienda, fue prohibirnos a los niños que nos acercáramos a la cueva. Y lo primero que hizo Carlotita después de merendar fue llevarme a la cueva de la mano para explorarla juntos. Nos deslizamos por la pendiente, más acelerados en cada momento, y cuando ya asustados de nuestra osadía quisimos volver, nos dimos cuenta de que era mucho más fácil bajar que subir.
Más familiarizado yo con el mítico agujero, aunque era la primera vez que lo exploraba, intenté tranquilizar a la chica.
-No te preocupes, si no salimos nos sacarán.
-A pesar de mi muy varonil sangre fría en la adversidad, Carlotita estaba muy lejos de tranquilizarse y se me abrazaba angustiada, con lo que perdíamos, deslizándose hacia abajo, lo poco que habíamos podido avanzar trepando.
Al final nos sacaron.
Antes de volver a Segovia, Carlotita, ya en la estación, me dio un beso.
-Eres muy valiente - dijo.
Años después, cuando la República, nos encontramos en Daroca otra vez. Yo tenía diecisiete años y ella veinte. Era preciosa, alegre, desenvuelta. Y tan coqueta como cuando la conocí. Me fascinaba. Vivíamos entonces, forasteros en la ciudad, en el caserón tras las murallas de un pariente que nos acogía, hospitalario, durante el verano.
-Vamos a aprovechar que mamá ya no nos prohíbe acercarnos a la Cueva de la Morica Encantada - me dijo.
Subimos de la mano hasta el castillo. Recuerdo a Carlotita de blanco, su larga melena castaña y su risa, por el camino del pinar perfumado y umbrío. Nos detuvimos ante la Cueva.
-¿Entramos? - invité.
-Es que si ahora no podemos salir, no habrá quien nos saque.
Sentados a la sombra de un pino enorme hablamos de nuestras vidas separadas, ella en Segovia, yo en Teruel. Y los recuerdos.
-Siempre recordaré el miedo que pasamos.
-Sobre todo tú - precisé.
Sonrió ella y me abrazó como entonces. Me besó.
Me besó largamente como se besan en las películas en blanco y negro que entonces veíamos, que aquello sí que eran besos, no los frenéticos chupeteos con que ahora nos abruman. Fue un beso largo, emocionante, dulcísimo.
Se puso en pie.
Me besó largamente como se besan en las películas en blanco y negro que entonces veíamos, que aquello sí que eran besos.
Es que... tengo novio.
Caminé tras ella pinar abajo. Ella no hizo nada por acortar la distancia. Se fue al día siguiente.
Pasaron años hasta nuestro tercer encuentro en Daroca. Yo había acudido a una boda de familia. Estaba en el cuarto del hotel cuando sonó el teléfono.
-Le llama la señora de Marcuellez. Resultó ser Carlotita.
-También yo he venido a la boda - dijo -. Si quieres verme, sólo tienes que atravesar el pasillo.
La encontré sentada en un sillón frente a la ventana.
-El castillo envejece más despacio que nosotros - dijo.
-Estás guapísima.
-Eres tan amable y gentil como te recuerdo. Siéntate aquí, a mi lado. Mira el castillo. Desde aquí no se ve la entrada de la cueva. ¿Te acuerdas? Fue emocionante. La primera vez, una aventura. La segunda...
-Seguramente un amor malogrado.
-Éramos tan jóvenes.
-Vamos a la cueva. Quiero besarte allí otra vez.
-¿Otra? Eres insaciable.
Me tendió los brazos, sonriendo. Iba a abrazarla cuando llamaron a la puerta.
-Entra, Ramona.
Entró Ramona, oronda y servicial, empujando una silla de ruedas.
-Vamos señora, la esperan.
Tomó Ramona en brazos a la señora y la acomodó en el asiento que hizo rodar hacia la puerta.
-Nos encontraremos abajo - dijo Carlotita.
Antes de cerrarse la puerta del ascensor tuvo tiempo de dedicarme su mejor sonrisa. Una fascinadora sonrisa de ochenta años.
Yo, que sólo tenía setenta y siete, bajé por la escalera.
Carlotita, o sea doña Carlota Esquiu Crevillente, viuda de Marcuellez, murió el mes pasado. Su memoria se reduce a la historia de un beso. Un sólo beso, pero un beso como los de las películas en blanco y negro que veíamos entonces, que aquellos sí que eran besos.
Recuerdo que estaba cenando y me atrapo su lectura, su dulzura e intimismo. Aquella noche en el hotel, la volví a leer varias veces y hoy me sigue impactando, a pesar de las muchas decenas de veces que volví a releer las hojas amarillentas que conservo de ese ejemplar de la revista y no puedo evitar revolverme en el asiento cuando lo hago.
CARLOTITA
No siento añoranza, que es, según el diccionario, "recordar con pena"; ni nostalgia, "tristeza melancólica" según el famoso libro. Sigo transitando plácidamente por los viejos escenarios. Persisten los re-cuerdos, buenos y malos, y en ellos me instalo, sosegado y en paz.
Antes que nada recuerdo Daroca en un piso alto de la calle Mayor, desde donde se contempla la parte más vieja de la ciudad, los tejados, las torres; más allá, el monte con la ermita, la muralla en la cresta y, en lo más alto, ¡el castillo! Lo más emocionante, el castillo, ha sido destruido y arrasado siglos atrás; pero mi padre mi padre es un verdadero artista y ejerce como tal en cada momento de su vida- mi padre me hace ver la fortaleza erguida sobre lo que apenas es un muñón sobre la roca. Así que mis primeros recuerdos son un castillo que no está. Pienso ahora si no me habré pasado la vida contemplando castillos que no existen, ejercicio templado y contenido por la serenidad y el buen sentido de mi madre, que desde el amor a su marido me enseñó a reírme de mis castillos y de mí mismo.
Pero si existe, al pie del castillo, la Cueva de la Morica Encantada, abierta entre las rocas que sustentan lo que queda del murallón, un agujero en el piso en rápida pendiente hacia una impenetrable oscuridad que se adivina cegada por las piedras que los hombres y el tiempo han ido acumulando.
La cueva tiene, naturalmente, una apasionante historia de caudillos, moros y cautivas cristianas que mi padre nos repetía a mi hermana y a mí sin cansancio por su parte ni por la nuestra.
Mi recuerdo más lejano es el de una tarde ¿de qué año? Yo apenas tenía siete u ocho. Nos acompañaba en la excursión mi tía Carlota, prima hermana de mi madre que había venido con su hija Carlotita desde Segovia, donde vivían, a pasar el verano con nosotros. Tía Carlota había enviuda do meses atrás y creía, sin duda, que veranear en la recatada Daroca resultaría menos frívolo y mundano que hacerlo en la populosa Segovia.
Tenía Carlotita tres años más que yo y ya se adivinaba, a pesar del severo luto en que iba empaquetada, la preciosa muchacha que iba a ser poco después. A mí me gustaba muchísimo, tan guapa y tan mayor, y ella lo advertía, claro está, y coqueteaba despiadadamente.
Lo primero que hizo la tía Carlota cuando llegamos al pinar, apenas depositada en el suelo la cesta de la merienda, fue prohibirnos a los niños que nos acercáramos a la cueva. Y lo primero que hizo Carlotita después de merendar fue llevarme a la cueva de la mano para explorarla juntos. Nos deslizamos por la pendiente, más acelerados en cada momento, y cuando ya asustados de nuestra osadía quisimos volver, nos dimos cuenta de que era mucho más fácil bajar que subir.
Más familiarizado yo con el mítico agujero, aunque era la primera vez que lo exploraba, intenté tranquilizar a la chica.
-No te preocupes, si no salimos nos sacarán.
-A pesar de mi muy varonil sangre fría en la adversidad, Carlotita estaba muy lejos de tranquilizarse y se me abrazaba angustiada, con lo que perdíamos, deslizándose hacia abajo, lo poco que habíamos podido avanzar trepando.
Al final nos sacaron.
Antes de volver a Segovia, Carlotita, ya en la estación, me dio un beso.
-Eres muy valiente - dijo.
Años después, cuando la República, nos encontramos en Daroca otra vez. Yo tenía diecisiete años y ella veinte. Era preciosa, alegre, desenvuelta. Y tan coqueta como cuando la conocí. Me fascinaba. Vivíamos entonces, forasteros en la ciudad, en el caserón tras las murallas de un pariente que nos acogía, hospitalario, durante el verano.
-Vamos a aprovechar que mamá ya no nos prohíbe acercarnos a la Cueva de la Morica Encantada - me dijo.
Subimos de la mano hasta el castillo. Recuerdo a Carlotita de blanco, su larga melena castaña y su risa, por el camino del pinar perfumado y umbrío. Nos detuvimos ante la Cueva.
-¿Entramos? - invité.
-Es que si ahora no podemos salir, no habrá quien nos saque.
Sentados a la sombra de un pino enorme hablamos de nuestras vidas separadas, ella en Segovia, yo en Teruel. Y los recuerdos.
-Siempre recordaré el miedo que pasamos.
-Sobre todo tú - precisé.
Sonrió ella y me abrazó como entonces. Me besó.
Me besó largamente como se besan en las películas en blanco y negro que entonces veíamos, que aquello sí que eran besos, no los frenéticos chupeteos con que ahora nos abruman. Fue un beso largo, emocionante, dulcísimo.
Se puso en pie.
Me besó largamente como se besan en las películas en blanco y negro que entonces veíamos, que aquello sí que eran besos.
Es que... tengo novio.
Caminé tras ella pinar abajo. Ella no hizo nada por acortar la distancia. Se fue al día siguiente.
Pasaron años hasta nuestro tercer encuentro en Daroca. Yo había acudido a una boda de familia. Estaba en el cuarto del hotel cuando sonó el teléfono.
-Le llama la señora de Marcuellez. Resultó ser Carlotita.
-También yo he venido a la boda - dijo -. Si quieres verme, sólo tienes que atravesar el pasillo.
La encontré sentada en un sillón frente a la ventana.
-El castillo envejece más despacio que nosotros - dijo.
-Estás guapísima.
-Eres tan amable y gentil como te recuerdo. Siéntate aquí, a mi lado. Mira el castillo. Desde aquí no se ve la entrada de la cueva. ¿Te acuerdas? Fue emocionante. La primera vez, una aventura. La segunda...
-Seguramente un amor malogrado.
-Éramos tan jóvenes.
-Vamos a la cueva. Quiero besarte allí otra vez.
-¿Otra? Eres insaciable.
Me tendió los brazos, sonriendo. Iba a abrazarla cuando llamaron a la puerta.
-Entra, Ramona.
Entró Ramona, oronda y servicial, empujando una silla de ruedas.
-Vamos señora, la esperan.
Tomó Ramona en brazos a la señora y la acomodó en el asiento que hizo rodar hacia la puerta.
-Nos encontraremos abajo - dijo Carlotita.
Antes de cerrarse la puerta del ascensor tuvo tiempo de dedicarme su mejor sonrisa. Una fascinadora sonrisa de ochenta años.
Yo, que sólo tenía setenta y siete, bajé por la escalera.
Carlotita, o sea doña Carlota Esquiu Crevillente, viuda de Marcuellez, murió el mes pasado. Su memoria se reduce a la historia de un beso. Un sólo beso, pero un beso como los de las películas en blanco y negro que veíamos entonces, que aquellos sí que eran besos.
viernes, julio 06, 2018
jueves, julio 05, 2018
miércoles, julio 04, 2018
lunes, julio 02, 2018
domingo, julio 01, 2018
La isla que "engancha"
Fuerteventura secreta, desde los riscos hasta las playas nudistas
Aún quedan lugares en Fuerteventura donde bañarse en soledad o desde donde vislumbrar un paisaje sin edificaciones. Hay montañas y cuevas que no fallan y playas donde despelotarse sin la mirada de curiosos
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