Podría escribir todo un libro con todo lo que te debo agradecer,
me lo has dado todo, desde lo más elemental hasta lo más complejo.
Mucho recuerdo la despedida el día anterior al que me vine,
había ido con muy poca esperanza y de repente me vi con todo lo
que añoraba y estaba en toda una dicotomía de la que no era dueño.
Que difícil te lo ponía el querer volver atrás inmaculado, como sino hubiera
pasado nada, pero a la vez lo veía posible, pero ya estaba en un momento
de no retorno, había mucha gente involucrada, había dejado demasiado dolor ...
De mi vida, de lo que me gusta y de la hermosa gente que comparte escenario conmigo
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El día que casi muero ahogado
Al poco tiempo de llegar a España, unos muchachos que estaban
en el bar "Los amigos" me hablaron de que iban a la playa Salinas y me apunte
a ir.
Lo primero que note era que hacia un frió enorme y que si embargo había
gente, la mayoría en la arena.
Enseguida me tire al agua y estaba helada, pero me puse a nadar (o más bien
mantenerme, ya que no sabia nadar) y así estuve un rato, hasta que se me ocurre
mirar hacia la costa y veo que estoy muy alejado, había corriente y no me había
dado cuenta de que me seguía arrastrando alejándome de la costa, no había nadie
cerca, ni siquiera para escucharme y ya estaba muy cansado, pero al mirar
hacia la derecha veo una escollera de rocas y me di cuenta de que si nadaba en su
dirección , me acercaba en diagonal, estaba agotado, pero seguí nadando hasta que
toque rocas con los pies, me tire encima de ellas y me pincharon los erizos y mejillones
había algunos muchachos, pero no desperté su curiosidad.
Descanse semisumergido y fui subiendo a la escollera, estaba totalmente exhausto.
Tarde mucho tiempo en llegar a la orilla, pisando el suelo irregular de rocas, pero llegué.
en el bar "Los amigos" me hablaron de que iban a la playa Salinas y me apunte
a ir.
Lo primero que note era que hacia un frió enorme y que si embargo había
gente, la mayoría en la arena.
Enseguida me tire al agua y estaba helada, pero me puse a nadar (o más bien
mantenerme, ya que no sabia nadar) y así estuve un rato, hasta que se me ocurre
mirar hacia la costa y veo que estoy muy alejado, había corriente y no me había
dado cuenta de que me seguía arrastrando alejándome de la costa, no había nadie
cerca, ni siquiera para escucharme y ya estaba muy cansado, pero al mirar
hacia la derecha veo una escollera de rocas y me di cuenta de que si nadaba en su
dirección , me acercaba en diagonal, estaba agotado, pero seguí nadando hasta que
toque rocas con los pies, me tire encima de ellas y me pincharon los erizos y mejillones
había algunos muchachos, pero no desperté su curiosidad.
Descanse semisumergido y fui subiendo a la escollera, estaba totalmente exhausto.
Tarde mucho tiempo en llegar a la orilla, pisando el suelo irregular de rocas, pero llegué.
lunes, junio 05, 2017
jueves, junio 01, 2017
Cosas que nunca nos dijimos
Nos faltaron cosas por decirnos, pero quizás ni siquiera las echamos de menos.
Eramos tan felices aún sin ellas, tenernos a nuestro lado era más que suficiente.
Presentía más que sabía que ya no nos volveríamos a ver, pero los ojos se me inundaban
de lagrimas al pensar en esa posibilidad. Era tan feliz revolcándome en los recuerdos del
amor posible, no he perdido esa costumbre.
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