La mirada del amor verdadero, 23 años después
Dos artistas que mantuvieron una relación se reencuentran y demuestran cómo el querer dura más allá del tiempo
Marina Abramovic y Ulay se han convertido en nuevo de ejemplo de cómo un verdadero amor nunca caduca.
Ella, serbia, y él, alemán, eran una pareja de artistas que se conocieron en 1976 en Ámsterdam. A partir de ese momento se unieron en todos los sentidos, profesional y sentimentalmente, hasta que consideraron que su relación debía llegar a su fin. Para materializar su ruptura representaron «Los amantes», que consistía en caminar por separado de la Gran Muralla China hasta encontrarse y despedirse para siempre.
23 años después Marina representaba «El artista está presente» en el museo de Nueva York Moma. Su papel consistía en sentarse en una silla y mirar directamente a los ojos de todo aquel que se pusiera ante ella, separados sólo por una mesa, durante sesenta segundos y sin hablar. Todo marcha de manera original y natural hasta que el que se sienta delante de ella es Ulay. Él, sonriente, no puede evitar hacerle gestos con la cara. Ella, emocionada desde que abre los ojos y le ve, es incapaz de contener las lágrimas y saltarse el guión para tocar con sus manos al que, 23 años después, sigue siendo el amor de su vida.
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