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miércoles, marzo 20, 2013

“ En nada .“


Ella.- Cariño, ¿ en qué piensas?

Él.- En nada.

Ella.- Hombre, en algo estarás pensando…

Él.- La verdad es que no. No pensaba en nada.

Ella.- Lo siento, pero creo que es imposible no pensar en nada.

Él.- Silencio …

Ella.- Será una tontería, pero en algo estarás pensando.

Él.- Silencio …

Ella.- ¿ No ?

Él.- Ahora sí. Ahora estoy pensando en que esto va a acabar en bronca.

Ella.- No te pongas así. Me refería a antes. ¿ En qué pensabas ?

Él.- Ya te lo he dicho. No pensaba en nada.

Ella y él.- Silencio tenso…

Ella.- Cariño, prefiero que me digas que prefieres no contármelo. Que defiendas tu derecho a no decírmelo – que ojo, lo tienes – pero me duele que me respondas que no estás pensando en nada.

Él.- Silencio…

Ella.- Silencio…

Ella y él.- Silencio definitivo…

Hay muchas razones, más o menos opacas, para que un hombre responda “en nada” cuando su pareja le pregunta el temido “¿ En qué piensas ?”. Aunque resulte sorprendente, la razón principal suele ser que, efectivamente, no está pensando en nada.

A las mujeres les cuesta creerlo. Su Unidad Cerebral Multitarea – UCM – es incapaz de permanecer inactiva. A veces, por sobrecarga, el programa se cierra inesperadamente pero el sistema se reinicia de modo automático.

Los hombres, en cambio, somos capaces de desconectarnos durante horas. Nos basta el fondo de una tele o el vuelo de una mosca para alcanzar un nirvana “ endorfínico “ Ahora, que ya se ha demostrado el valor liberador y antidepresivo del llanto creo que es momento de reivindicar, al menos para el hombre, el valor terapéutico de no pensar en nada.

Ella.- Cariño, ¿ en qué estás pensando?

Él.- En nada.

Ella.- Pues venga, piensa rápido en algo y cuéntamelo.

Versión del artículo publicado en El diario Vasco el Domingo 27 de Marzo de 2011.

Foto.- Ella y él.

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