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sábado, octubre 06, 2018

Reflexiones de un comercial que no quería ser jefe de ventas

Viajaba en un taxi que me traía del aeropuerto en un atardecer de unas jornadas desde Albacete,que venia precedida de dos días más de reuniones en distintas ciudades y me suena el smartphone, miro la pantalla y era el director de división, no tenía ganas de hablar, pero pulse el botón de contestar "Dime Gon..." "Hola Jorge, necesito que te hagas cargo de Canarias como delegado" me soltó de improviso y con determinación, "Necesito a Tino", era un compañero que estaba en Madrid y que al parecer lo habían llamado para despedirlo, "Tino ya no esta en la empresa" "Hasta luego entonces" " No me cortes cabrón ¿Por qué lo quieres? Porque creo que nunca tuvo un jefe que se preocupara llevar y es un buen chico.¿Y tú lo encaminaras? Me pondré el cuchillo en la boca y me echaré al agua con él a pescar tiburones.
Me quede pensando ¿Quiero ser jefe?, el valor del empleado es el control de los clientes, ¿Y si no venden? ¿qué hago?¿Lo despido? A la vez me presiona, tienes que vender más inclusive que lo que obtienes ahora ¿Y si no venden? ¿Tengo que salir yo a hacerlos por ellos? disponía del presupuesto individual mayor de España.
Al final no cogi el puesto, ya que me significaba reducir los incentivos a una porción pequeña de mis actuales emolumentos y se lo hice saber, "Pero serás un alto cargo y tendrás acciones de la empresa" "Lo siento, yo estoy aquí por la pasta y la vería disminuir sustancialmente, perdería el control de los clientes, a un jefe lo puedes sustituir, a un comercial que vende es casi imposible ¿Cómo se lo explico a mi familia que van a ver penalizado su nivel de vida". Años más tarde cuando estaba en la mitad de mi vida laboral en Desic, me cito la hija del omnipotente director general y creador de la empresa, en plena crisis económica en España para decirme que su padre quería que diseñemos una empresa comercial para llevar la venta de la empresa (ella era la abogada) ya tenía hasta escrito las condiciones y le dije al leerlas: "Hay dos cosas por la que yo sería socio de esta empresa: Una que ganara mucho dinero y la otra que me divirtiera y creo que no me ofreces ninguna de las dos alternativas". Pensaba que me despedirían después de ello, pero no, seguí empleando mi tiempo para ella.   

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