Cómo preparar una conferencia de éxito
Considero que he sido un afortunado porqué me invitan a dar conferencias de marketing en diversas instituciones educativas y congresos y la verdad, me apasiona hacerlo, es algo que disfruto y no me importa dedicarle tiempo a ello con tal de tratar de transmitir las experiencias, vivencias y conocimientos que he adquirido en al ámbito profesional en una conferencia, sobre todo a los jóvenes que como yo -que también aprendo con ellos-, buscan prepararse más y mejor para afrontar su vida laboral.
Les confieso que me hubiera gustado tomar cursos de oratoria o técnicas para hablar en público pero no pude hacerlo, lo que expongo y mi método, lo he adquirido a través de las más de 50 conferencias que he dado en los últimos años. No soy un profesional en esto ni me dedico a ello; tengo mi negocio y vivo de él y las conferencias las imparto porqué como he dicho en otras ocasiones, se me haría egoísta aplicar mis conocimientos y mi trayectoria sólo para hacer negocios y no compartirlas para beneficio de otros. No se si al final sean útiles o no, pero intento aportar lo más que puedo.
De esa experiencia que he adquirido, he sacado una serie de reglas que considero importantes para preparar una conferencia y aquí les transmito las que creo son esenciales para mí.
LISTA DE REGLAS PARA UNA CONFERENCIA DE ÉXITO:
No hables de lo que no conozcas. Hasta ahorita no me han invitado para hablar de algún tema que no conozca, pero el día que lo hagan tendría que declinar la propuesta. Es importante que si vas a dictar una conferencia sobre determinado tema debes estar bien preparado al respecto, intentando saber más que la audiencia. Si dominas el tema y dominas tus nervios podrás exponer con naturalidad e interesar a tu público.
Checa que la cancha esté pareja. Muchas veces no sabemos a dónde nos llevan a dar la conferencia, lo cual, significa que no conoceremos la cancha hasta llegar a ella. Intenta averiguar con antelación dónde vas a impartir tu conferencia. No es lo mismo que se lleve a cabo en un auditorio para 200 personas o que se haga en un aula universitaria para 25. Saber dónde vas a disertar, te permitirá planear movimientos y posibilidades de interacción con el auditorio.
No aburras a tu auditorio. Pocas cosas hay tan aburridas y monótonas como una conferencia apoyada por slides llenos de textos y gráficas aunque la temática que se esté tratando sea maravillosa. Como conoces a la perfección el tema que estás exponiendo, sólo usa bullets -el auditorio no puede leer más que ciertos párrafos y regularmente espera que tú los leas o se los expliques- y desarrolla improvisando cada tema.
PowerPoint se quedó atrás. Aunque no les digo no lo usen, para mi PowerPoint está pasado de moda, yo prefiero usar KeyNote -la desventaja es que el programa sólo viene en computadoras Mac- pues nos permite hacer presentaciones espectaculares en cuestión de minutos. PowerPoint ha mejorado mucho con el paso de los años; pero Keynote sigue siendo una aplicación muy potente para crear presentaciones con una rapidez pasmosa. Yo uso el formato wide screen que me da más opciones de espacio, es más espectacular y puedo desarrollar mejor mi creatividad para darle personalidad a cada slide. Por favor, cero presentaciones en PDF, son horribles
Usa un “gimmick” de inicio. “Engancha” a tu audiencia. Creo una de las premisas básica para tener éxito -aparte de quién lo expone y del tema- hablar en público es llamar la atención y “enganchar” al auditorio desde el inicio. Los 3 primeros minutos de la conferencia son de suma importancia, ya que si no logras captar la atención de la audiencia, el resto del tiempo te resultará mucho más complicado el lograrlo.
Haz condición física. Una conferencia exitosa es el resultado de muchas horas de preparación. Se dice que en promedio, se requieren 90 horas de trabajo para preparar una conferencia de 60 minutos. ¿Qué tan espectacular quieres ser? Si quieres sobresalir, debes practicar con tu presentación una y otra vez, varias veces durante varias semanas antes del evento.
No estés como momia hablando. Seguramente te ha pasado, que cuando ves a un cuate parado como estaca ante el micrófono te desesperas y aburres. Yo soy de los que me acomoda más disertar parado y moviéndome por todo el estrado para dirigirme a todo el auditorio e interactuar con el mismo. Cuida tu lenguaje corporal, por ejemplo no poner las manos en los bolsillos mientras estás hablando, evitando morderte las uñas o todo lo que te haga lucir nervioso. Evita los movimientos excesivos y bruscos. El lenguaje corporal comunica gran parte de lo que estamos intentando transmitir.
El hábito no hace al monje. Vístete de acuerdo a la ocasión, pero no te pongas algo que te haga sentir incómodo porque esto redoblará la sensación de sentirte observado de forma negativa. Lo mejor es llevar algo que marque una buena presencia pero que a la vez, no se aleje demasiado de tu forma de vestir como acostumbras hacerlo en tu vida cotidiana.
No seas pirata. Usa tu creatividad. Conozco a muchos colegas que su Biblia es storytelling que si bien es un sitio en el que puedes consultar ideas, no se vale que bajes las presentaciones y sólo las adecues para tu beneficio.
Conclusión
Si puedes, pide a los organizadores que la audiencia te califique sobre parámetros que tu decidas para que saques conclusiones de tu actuación. Y algo muy importante: si tú no te diviertes y tu audiencia no se divierte, piénsalo bien y corrígelo o fallaste tú o falló el tema o falló la presentación como la preparaste.
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