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lunes, febrero 25, 2013

Los fotopoemas de Jota Benedí


Una imagen que roba los ojos. Una frase que sacude neuronas. Los dos componentes, juntos, forman una historia aplicable a la emoción de cualquier lector. Esto es lo que hace Jota Benedí. Poemas en fogonazos.

El publicitario rara vez se despega de su móvil. La cámara del dispositivo está siempre atenta. La ciudad (en este caso, Zaragoza) está a tiro. Solo hay que esperar la escena adecuada y disparar. “Siempre hago las fotografías con el móvil. Es un fiel compañero de aventuras que, además, cabe en un bolsillo”, explica Benedí.
Pero las fotografías no revelan su significado en la mera captura. “Cuando hago las fotos, sé que dentro de ellas se esconde una historia, pero no se cuál. Al final, en mi cabeza la historia acaba encontrándose a sí misma. Intento que haya mucho aire alrededor del punto de interés para que luego me permita hacer encuadres imposibles”.
Después viene el tratamiento fotográfico. “Siempre toco un poco los niveles, o utilizo algún filtro, porque me ayuda a descontextualizar visualmente la imagen y le da una apariencia de no realidad. Mi no realidad.  La aplicación que más uso es Snapseed porque es sencilla, intuitiva y completa para el uso que le doy”, indica. “A veces utilizo también Noir, para lograr esos blancos y negros tan dramáticos”.
Luego llega la frase y, finalmente, va a InstagramJota Benedí lo hace por impulso. “Instagram, para mí, es una forma de expresarme, de decir lo que no soy capaz de hacer de otra manera”, explica. “Son gritos desesperados, disparos al aire que sé que no encontraran respuesta, pero necesito darlos. Es una especie de válvula de escape emocional”.
El fotógrafo dice que los textos de sus fotos “surgen, en un principio, de la fascinación que tengo por las series de grabados de Goya, concretamente la de Los Disparates. Pero la verdad es que, conforme la vida me ha ido poniendo las cosas  más y más difíciles (y últimamente lo ha bordado), más y más profundidad emocional hay en los títulos de mis fotografías. Soy una persona que camina mirando al cielo, en lugar de al suelo, y por eso siempre me tropiezo”.
Los fotopoemas surgen de la conjunción de un sentimiento de Benedí y una escena que se cruza en su camino. “Mis textos son realidades personales disfrazadas de literatura”, indica. “Surgen de emociones muy fuertes y universales, como la pérdida del amor de tu vida por no haber sabido expresarle lo mucho que la querías, de constantes meteduras de pata en mi día a día, de fracasos personales y profesionales… etc.”.
“También surgen de cosas positivas, como la fascinación que tengo por la belleza de todo cuanto me rodea, de la necesidad de huir de los hombres grises, de creer que todo está ahí para ser mirado y disfrutado, y de mi amor incondicional al cielo que es un tema muy recurrente en mis fotos”, apunta. “Además, me gusta descontextualizar las imágenes y dar pie a que vuele la imaginación de quien las mira. Son fotos con tantas realidades como gente las pueda ver. Son como los libros de Elige tu propio final”.
La colección está a punto de superar las 700 imágenes. Empezó en 2011 y “poco a poco, Instagram se ha ido convirtiendo en una necesidad de expresión vital para mi”, asegura. “Me hace feliz compartir. Mucho. Supongo que por eso lo hago”.
 El insoportable recuerdo de tu ausencia
 Te espero arriba. Note preocupes, no tengo prisa
Los flechazos existen

http://www.yorokobu.es/fotopoemas/

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