En la mañana del 7 de febrero de 1931, unas horas antes de contraer matrimonio, Amelia Earhart se sentó a escribir esta carta dirigida a su futuro esposo, George P. Putnam.
Amelia era ya por aquel entonces un mito de la aventura: en 1927 se había convertido en la primera mujer que cruzaba el Atlántico en monoplano.
Creo que esta es la carta de amor más hermosa, libre y valiente que jamás he leído:
Querido GPP,Creo que debería dejar escritas algunas cosas antes de que nos
casemos, aunque ya hayamos hablado muchas veces sobre ellas.Tengo que reiterarte mis dudas con respecto al matrimonio, mi sensación de renunciar a oportunidades en un trabajo que tanto significa para mí. Tengo la sensación de que casarme es una de las decisiones más estúpidas que jamás he tomado. Sé que habrá compesaciones, pero no puedo ocultarte mis dudas.Para nuestra vida en común quiero que comprendas que no estarás sometido a ningún código de fidelidad y que yo tampoco me considero atada a ti. Si somos honestos, podremos evitar las dificultades que surgirán si tú o yo nos enamoramos de otra persona.Por favor, no interferamos en el trabajo del otro, ni permitamos que el resto del mundo contemple nuestras alegrías o desacuerdos. En este sentido, voy a tener que mantener algún lugar donde pueda ser profundamente yo misma. No puedo soportar los confinamientos, por muy atractiva que sea la jaula.Debo exigirte una promesa cruel: que me dejarás marchar dentro de un año si no hemos encontrado la felicidad juntos.Voy a tratar de hacerlo lo mejor posible y ofrecerte esa parte de mí que conoces y que tanto quieres.A.E.
George y Amelia contrajeron matrimonio aquella misma tarde y permanecieron juntos hasta la trágica desaparición de Amelia en 1937, cuando intentaba circumnavegar la Tierra en monoplano.
Publicado en Principia Marsupia
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