Un mes después, el estudio local abrió un concurso de composición musical.
Un día llegó al estudio de Colgan un enorme sobre de manila sellado cuyo remitente firmaba a mano. En una carta Fred explicaba que su esposa había fallecido un mes antes y había compuesto una canción para ella. En el sobre que envío, decía: "Yo no canto. Asustaría a la gente. Ja, ja, ja".
En la carta, Fred explicaba cómo había conocido a Lorraine, cómo había compartido su vida con su mujer. En un pasaje escribió: "Ella me dio 75 años de su vida".
Colgan se sintió conmovido por la letra, la pasión detrás de la letra, y la carta. El estudio se puso en contacto con el anciano, quien les advirtió que no tenía dinero para pagar la grabación. Cuando le explicaron que no tendría que pagar un centavo, Fred comenzó a llorar agradecido.
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