Silvia F.G. tiene una relación extraña con el gluten: cada vez que toma alimentos con esta proteína, siente molestias intestinales e incluso cansancio, pero el médico ha descartado que sea celiaca, ya que todas las pruebas médicas han resultado negativas. Esta contradicción la convierte en candidata a padecer "sensibilidad al gluten no celiaca", una afección recogida en la última Clasificación Internacional de Enfermedades sobre la que aún planean algunas sombras.
"La sensibilidad al gluten no celíaca es una nueva patología que sufren personas a las que se les ha descartado padecer la enfermedad celíaca o la alergia al trigo. Pese a incluir el término gluten en el nombre de la nueva enfermedad, se desconoce si son este componente del trigo, otras proteínas o los hidratos de carbono los que desencadenan la sintomatología. El diagnóstico, a día de hoy, se confirma si una vez descartada la enfermedad celiaca y la alergia al trigo se observa una mejoría al hacer dieta sin gluten y sucede una recaída del paciente cuando el gluten es reintroducido en su alimentación", se describe en los Cuadernos de Codificación CIE–10–ES, del Ministerio de Sanidad.
No tiene un diagnóstico objetivo, con lo que puede confundirse con otras patologías
Esto significa que no existe una prueba objetiva para diagnosticar esta enfermedad y que todo queda en manos de los síntomas que el paciente relate. "Estas enfermedades en las que el diagnóstico no es objetivo, sino por síntomas, suelen convertirse en cajones de sastre donde acaba mucha gente con problemas diversos", apunta José Miguel Mulet, bioquímico, investigador y profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, quien recientemente ha publicado el libro ¿Qué es comer sano?, en el que desmonta los grandes mitos de la nutrición.Leer más
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