Eramos tan felices aún sin ellas, tenernos a nuestro lado era más que suficiente.
Presentía más que sabía que ya no nos volveríamos a ver, pero los ojos se me inundaban
de lagrimas al pensar en esa posibilidad. Era tan feliz revolcándome en los recuerdos del
amor posible, no he perdido esa costumbre.
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