Era un mundo de contrastes, la parte occidental llena de luz, con fachadas de bancos construidas totalmente en acero inoxidable y de repente subir al bus que nos llevaría al Berlín del Este era toda una aventura, pasar el Check Point Charlie, el único paso entrezonas para occidentales, por supuesto controlada por soldados americanos, con un museo aledaño que custodiaba los utensillos utilizados para intentar llegar a la zona occidental, que había releído en Selecciones del Readers Digest con avidez, solamente se podía llegar por las 4 compañías aereas de los países que vencieron en la Segunda guerra Mundial, a mi me toco en la americana PanAM
Los controles policiales de los Vopos era asfixiante, con avenidas inmensas, sin apenas coches (todos negros)
En el friso de Pérgamo, pieza majestuosa y única, conservada en Berlín del Este
En una plaza en el Berlín del Este, en los baños intentaron cambiar monedas, cosa totalmente prohibida
Chek Point Charlie
Vista del muro
Hotel Hilton, famoso por ser el seleccionado por los espías
En la tristemente famosa cárcel donde ahorcaron a los integrantes de la "orquesta roja", cerca del bunker de Hiltler, oculto debajo de una colina, ya que su construcción totalmente de hormigón hacia inviable su destrucción con explosivos, al existir una estación de Metro cercana.
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