He "pateado" toda la zona en busca de la venta que se hacia rogar ante las miradas desafiantes de los lugareños que me miraban con expectación y sorpresa "nosotros vamos para allá y este viene para aquí" no dejaban de preguntarse en voz alta, delante mío. Me escudriñaban para ver lo que se estaban perdiendo. Vivía un sueño bello y profundo lleno de sorpresas agradables y miles de anécdotas. Entraba en un restaurante o bar y se detenía el murmullo y las conversaciones para observarme más detenidamente. Me encantaba involucrarme, un día lleve a un anciano al médico (no había demasiado coches) otro día lleve a una mujer con sus gallinas al mercado, la gente era muy agradecida.
Yo no cejaba de enviar cartas contando el mundo maravilloso que había encontrado, la decepción venia por carta, ya que muchos de mis interlocutores no creían mis comentarios, no podía ser verdad que me fuera tan bien, "Crees que nos creemos que aten los perros con chorizos" me decian y sólo tenia las fotos para demostrar el paraíso que había hallado.
Mientras yo alucinaba con los bellos paisajes que veía, pendiente de todo a mi alrededor.
A cerámica de Sargadelos, allá me desviaba de la carretera y visitaba el lugar, La gente no ocultaba su lo extraño de la situación, la verdad es que tarde muchos años en que la "competencia" se sumara al día a día...Fueron tiempos inolvidables y maravillosos
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