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viernes, noviembre 20, 2015

Acerca de Jorge

¿Quién soy? Hoy, no sé. Te aseguro que sigo la búsqueda diaria en mi interior para saberlo

Puedo contarte mi historia, he cambiado mucho a lo largo de mi vida.

Sí que estoy orgulloso de como la he vivido, he sobrepasado mis sueños más fantasiosos, encontré mucha, mucha gente que confió en mí y de la que estoy orgulloso variada, supere retos increíbles. Rotundamente no me considero una víctima y mi consciencia no me permite percatarme de que he dejado cadáveres emocionales por el camino, pero eso nunca lo podré saber con certeza.

Sí que me he jugado la vida en su riesgo, en su virtud y su pasión por vivir en constante expansión de mi mente. Pero sobre todo me he divertido, siempre fiel a aquella máxima de que vale la pena levantarse a las seis de la mañana cada día, sino vamos a divertirnos con ello.

Me gusta la historia que viví, sigo leyendo la “Mecánica popular”, “Life” y aquellos libros con los que me deleite durante su lectura, como “Piense y hágase rico” de Napoleón, Hill, o el genial “Cómo tener amigos” de dale Carnegie”, “El éxito no llega por casualidad” de Lair Ribeiro entre otros, colecciono todo lo relacionado con Leica, recuerdo detalle por detalle como mi amigo Dalio saco de una caja, envuelta en un trapo como si fuera un samurái con su tesoro más valioso (que no me dejo tocar esa vez) después me pidió que fuera el fotógrafo de su boda y me la confió.

No pude dejar mi empleo para dedicarme a mi propio negocio, siempre que lo tantee, me resultaba imposible superar el dinero que ganaba para otros enfrentándome a los gastos para conseguirlo. Aseguro que tuve una vida profesional, llena de logros, superé objetivos, casi sin proponérmelos, abandonando empresas llevándome los records conmigo. He cambiado de empresa que pensaba ganaba “mucho” ofreciéndome la nueva 6 veces el sueldo anterior. Una empresa xenófoba y racista me ofreció un puesto pensado para alguien “extraordinario” que no era yoy deje pequeños los objetivos que me propusieron.

Las religiones me mostraron sus partes más seductoras, pero mi raciocinio me impidió adoptar ninguna, aunque reconozco que hay valor en varias de ellas.

Me cuesta mucho no aceptar comer con un amigo y me pirra la cocina oriental, el sushi.

Lleve toda la vida como una aventura, gracias a aquellos escritores que inspiraron que había un sueño posible.

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