Ese frío intenso le reconfortaba, le hacía sentirse vivo. No quería volver a casa, prefería quedarse en el banco acompañado del viento y sus pensamientos. Siguió ahí sentado durante horas recordando cada gesto y palabra perdida en el tiempo. Aún la quiero, pensaba. A pesar de todo, a pesar de tanto... Aún sigo viendo en ella lo que me hizo sentir que era ELLA y no otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario