Pero en algún momento del trayecto, cambiaste, dejaste de ser tú, permitiste que te señalaran y que te dijeran que no sirves y cuando empeoró todo, buscaste a quien echarle la culpa, a una sombra alargada.
Voy a decirte algo que tú ya sabes, el mundo no es todo alegría y color, es un lugar terrible y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente, sino se lo impides: ¡ni tú… ni yo… ni nadie golpea más fuerte que la vida! pero no importa lo fuerte que golpeas si no lo fuerte que pueden golpearte y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar así es como se gana. Si tú sabes lo que vales, ves y consigue lo que mereces.
Tendrás que soportar los golpes y no puedes estar diciendo que no estás donde querías estar por culpa de él, de ella ni de nadie. Eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres, eres capaz de todo.
Yo te querré en cualquier situación, pase lo que pase, eres mi hijo y llevas mi sangre, tú eres lo mejor de mi vida pero hasta que no empieces a crear en ti mismo no tendrás tu vida propia.”
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