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martes, junio 08, 2010

Anédocta de Bruce Lee



Bruce Lee era un deportista muy bueno, corría siempre a un ritmo endiablado. Una mañana me dijo: hoy correremos cinco millas, cuando hayamos corrido las tres primeras millas, aumentaremos la velocidad en las dos restante. Cuando comenzamos con la cuarta milla, durante tres minutos estuve bien, pero luego comencé a sentirme agobiado. -Estoy cansado, mi corazón se me sale del pecho, no puedo más, si sigo corriendo, me va a dar un ataque al corazón-. El me contesto: -Entonces: muerete-, esto me enfado lo suficiente como para obligarme a correr el resto.

Cuando fuimos a ducharnos, no resistí más y le pregunte a que se debía eso que me había dicho, que me muriera y me contesto: -Porque estarías mejor muerto-, si te pones limites a lo que puedes hacer físicamente, mentalmente o a cualquier cosa, esos límites se extenderán al resto de tu vida. Invadirán tu trabajo, tu moral, y todo tu ser. No existen los límite en nuestras vidas, existen obstáculos, pero estos no deben detenernos, siempre debemos ir más allá de ellos. Si terminan con nuestra vida: nos morimos, pero mientras estemos vivos, debemos superar los listones que tengamos delante.

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