"No quiero necesitarte. . . Porque no puedo tenerte." Le decía Robert a Francesca al vivir sus últimos instantes de los cuatro días intensos que les toco vivir, declarando toda la impotencia que sentía al tratar de cambiar el destino cruel al que se enfrentaban y del que les era imposible huir durante la película Los Puentes de Madison Country.
Muchas personas se hallan atadas a otra persona por cincuenta razones que no es el amor por la otra persona. Se habla de la prostitución de las inmigrantes hasta con desprecio, cuando hay otra prostitución más grave que es la de la esposa que soporta al marido que la maltrata porque no sabría de que vivir si pide la separación de él.
Estoy convencido que a ninguna mujer le gusta ser prostituta. Los hombres que según dicen solo pensamos en "eso", me gustaría verles la cara ante una mujer que les dijera que les pagaba porque le hicieran esto... y no hablo que este borracha, oliendo a vómito, etc.
Lo son porque han dejado a sus hijos en su país de origen y fregando escaleras no les alcanza ni siquiera para vivir ellas, menos para poder enviarles algo de dinero a sus padres, que se han quedado al cuidado de sus hijos.
Pero la vida continúa…con nuestra complicidad acomodaticia.
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